Ante las sospechas de que se habrían fugado del país y por pedido del fiscal Deny Yoon Pak, la jueza Penal de Garantías especializada en Crimen Organizado, Rosarito Montanía, declaró la rebeldía y ordenó la captura de siete integrantes más del grupo dedicado al tráfico de cocaína a Europa y África.
Se trata de los supuestos jefes del conjunto: Sebastián Enrique Marset Cabrera, alias Facilitador, y Miguel Ángel Insfrán Galeano, alias Tío Rico; de Gianina García Troche, pareja de Sebastián; Diego Nicolás Marset, hermano de Sebastián; Marta Sofía Noguera Gauto, pareja de Miguel; José Alberto Insfrán Galeano, hermano de Miguel; Gilberto Esteban Sandoval, piloto y dueño de 13 aeronaves que fueron registradas a nombre de personas físicas y empresas (ver infografía), así como Fernando Ariel Estigarribia, dueño del gimnasio “TeamForce”, quien está imputado por lavado de dinero y asociación criminal por la Ley 1.340/88 Antidrogas.
Participación
En la imputación del Ministerio Público se describe que como esposa de Sebastián, Gianina García constituyó el 3 de mayo de 2021 la sociedad anónima Grupo San Jorge, cuyo nombre de fantasía es Total Cars, con un capital de G. 1.000 millones. De esta forma, le correspondía a García el 75% como presidenta y el 25% restante a Alexis Vidal González Zárate, como vice.
También habría habilitado una cuenta en el Banco Visión, presentando un certificado de trabajo falso, en el que constaba que era dueña de un camión Volvo, supuestamente habilitado por la firma Kuarahy SRL para 2 a 3 viajes por mes al Mercosur, con ganancia de US$ 7.500 mensuales.
Sobre Diego Marset, entre 2020 y 2021 realizó varios viajes desde Paraguay a Bolivia, como intermediario entre la organización paraguaya liderada por su hermano Sebastián y el grupo del territorio boliviano.
Es dueño de un Audi, valorado en US$ 16.000, que adquirió con las ganancias obtenidas en el grupo.
En cuanto a Marta Sofía, pareja de Miguel Insfrán, habilitó también una cuenta en el Banco Visión donde presentó constancia de trabajo de la firma Barakah SRL, propiedad de su marido, en la que figura como jefa de recursos humanos, con un salario de G. 18.500.000, más comisiones y antigüedad de cinco años.
Las ganancias obtenidas a través de la actividad narco las introdujo al sistema financiero por cuentas bancarias para lavar la plata.
Por su parte, el pastor José Alberto Insfrán Galeano aseguró el disfrute de las ganancias para su hermano Miguel y para Marset, a través de la firma Agroganadera e Industrial Nuevo Horizonte SA, constituida el 16 de mayo de 2017 con su hermana Yolanda Ignacia Insfrán Galeano, con un capital social G. 13.000 millones. Con el dinero ganado del tráfico y a través de esa firma, José compraba cabezas de ganado.
Además, ayudó a Sebastián Marset con su perfil de productor de conciertos con la constitución de la firma Mastian Productions, el 11 de octubre de 2019, con un capital de G. 1.000 millones, con esto Marset podía moverse como empresario. Esto sería convincente ante eventuales controles, pues José es pastor de la organización religiosa “Centro de Convenciones Avivamiento Curuguaty” (CCA).
Piloto del grupo
En el documento fiscal se señala que Gilberto Esteban Sandoval Giménez, desde el mes de abril de 2020, en su carácter de piloto aviador civil, formó parte de la organización liderada por Marset en cuanto a la negociación para la provisión y la exportación de cocaína, y Miguel Insfrán para la logística de transporte aéreo y terrestre, así como el acopio y ocultamiento de la droga.
La labor dentro del grupo fue el traslado de la sustancia que ingresaba de Bolivia, en aviones con matrícula boliviana, y bajaban en una pista clandestina en la Reserva Natural Cabrera-Timané, en Alto Paraguay.
Sandoval hacía el trasbordo a una aeronave para llevar la mercadería a un establecimiento rural de Miguel Insfrán situado en Presidente Hayes.
A partir de noviembre de 2019, Sandoval inició la compra de aviones, por lo general Cessna, modelos 206 y 210, debido a su utilidad, pues cumplían con las especificaciones, preferidas por las organizaciones criminales, según la Fiscalía.
Llegó a contar con 13 vehículos aéreos, que registró a nombre de terceras personas y empresas para no levantar sospechas. Para disimular su actividad ilegal hacía servicios de taxi aéreo, especialmente a Marset, a quien trasladaba a su estancia en Paraguarí, al aeropuerto de Ciudad del Este, Filadelfia y Loma Plata.
Tenía registros aeronáuticos lo que facilitó que baje entre aeropuertos, aeródromos y pistas paraguayas. Coordinaba el tráfico mediante teléfonos satelitales.