Lo primero que advirtieron es que es ilegal la tenencia de estas tortugas acuáticas como mascotas, según informó la Agencia IP. Estas tortugas son acuáticas de hábitos diurnos y suelen asolearse en troncos inclinados que se proyectan sobre el agua, en grupos de hasta 20 individuos.
Cada cría de las también llamadas tortugas de laguna (Phrynops geoffroanus) permanece la mayor parte del tiempo sumergida dentro del agua, cerca de la superficie, y difícilmente deambula en tierra firme.
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Es carnívora, consume principalmente peces, insectos, artrópodos y moluscos; además son frugívoras facultativas durante la estación lluviosa cuando escasean los invertebrados.
Nacen de huevos que son depositados por la hembra en tierra blanda, usualmente cercana a los arroyos y ríos. La eclosión ocurre luego de 4 a 5 meses cuando las crías están listas para ir directo al agua y alimentarse por sí solas.
Salen del huevo con un tamaño que va de 40 a 45 milímetros, pero de adulta pueden llegar a medir 39 centímetros y pesar de 2,5 kilogramos.
No es agresiva
Según los expertos el Phrynops geoffroanus no es una especie agresiva, pues no intenta morder cuando es manipulada; sin embargo, libera un almizcle de fuerte olor al ser capturada.
En poblaciones urbanas generalmente su piel y caparazón se encuentran infectados por sanguijuelas y otros parásitos, según compartieron profesionales de Itaipú.
Prefieren los arroyos
Estas tortugas permanecen en aguas corrientes, prefiriendo arroyos poco profundos con rocas y no recurren a aguas lénticas, como lagos, lagunas, tajamares y grandes ríos de poca corriente.
Sus amenazas
La alteración de arroyos por embalses, la disminución de la corriente de las aguas debido al aprovechamiento para sistema de riegos, así como la deforestación amenazan la supervivencia de estas tortugas.
Desde el Centro de Investigación adelantaron que, cuando las crías tengan un tamaño prudencial, serán liberadas en su hábitat natural.