Persiste, por escaso margen, la falta de votos en la Cámara de Diputados como para impulsar con éxito el juicio político contra la titular del Ministerio Público, Sandra Quiñónez. Ella es acusada por el oficialismo y la oposición de incurrir en mal desempeño en sus funciones y de ser servil al expresidente de la República Horacio Cartes en un supuesto esquema de lavado de dinero, entre otras causales.
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Ayer trascendió que el llanismo se dividió ante la presión ciudadana y que de los ocho miembros del bloque solo tres se sumarán al cartismo para defender a Quiñónez. Estos son Édgar Ortiz, Enrique Mineur y María López Rotela (Ver el cuadro).
La bancada llanista intentó reunirse ayer pero solo acudió la mitad de los integrantes. En horas de la tarde se divulgó la información de que toda la bancada rechazaba iniciar el proceso en un intento de ocultar la fuga de votos.
Sin embargo, también hubo división en la bancada liderada por Pastor Vera Bejarano (PLRA, C) y los miembros que responden al expulsado senador Dionisio Amarilla también acompañarán al cartismo. Estos son Carlos Silva, Andrés Rojas Feris, Carlos Noguera Cano y Juan Manuel Ayala Acevedo.
Por otro lado, están “en duda” los votos de los diputados liberales Celso Maldonado (Central) y Esmérita Sánchez (Caaguazú).
Números en juego
Para aprobar el juicio político y remitirlo al Senado se necesitan 53 votos en la Cámara de Diputados. El oficialismo y la oposición tendrían así actualmente 46 votos y necesitan siete votos.
Por su parte, el cartismo tiene 25 votos y solo necesita tres votos de los llanistas para impedir la aprobación del juicio de destitución a Quiñónez en caso de haber 80 presentes. Otras tácticas serían las ausencias y abstenciones que se podrían producir en el tratamiento.
En el libelo acusatorio, Quiñónez también es acusada de no investigar el fraude del Metrobús; la orden para atacar la sede del PLRA y el asesinato de Rodrigo Quintana y de dar impunidad a intendentes y gobernadores que malversaron fondos con recursos públicos.