Udagawa señaló que el evangélico utilizaba su iglesia para adquirir inmuebles a nivel país, vehículos. Pero no solamente operaba mediante su congregación, sino además utilizaba testaferros para lavar dinero presumiblemente procedente de Colombia. “Actuaba en clubes deportivos de la zona, invertía en ganadería y otras distintas actividades”, indicó.
Según la investigación, el pastor Insfrán tiene una cantidad de inmuebles, vehículos, camiones, ómnibus, lugares de retiros con mucho lujo, que serían parte del esquema de lavado del cual forma parte. “Su lugar de retiro tiene una piscina olímpica”, destacó el fiscal.
Además, señaló que el religioso tenía cada vez más adeptos porque repartía a diestra y siniestra dinero en la zona. Los recursos económicos, dinero en efectivo en maletas, provendrían de actividades ilícitas desde Colombia, según los investigadores.
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Hasta ahora el Estado decomisó dos inmuebles rurales y dos viviendas que pertenecerían al pastor José Insfrán y sus testaferros. Los cuatros inmuebles ya pasaron a formar parte de la propiedad de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico), cuyos funcionarios ya tomaron posesión de las propiedades inmediatamente luego del procedimiento.
El pastor José Insfrán está prófugo de la justicia. El director de Policía del departamento de Canindeyú, comisario Rubén Llanes, dijo que su nombre ya está en el sistema como persona con orden de captura a nivel nacional. Además, ya se están procesando las documentaciones pertinentes para que se libre una orden internacional contra el mismo, aseguró.