Las Residentas. Mujeres que sostuvieron al Paraguay durante la Guerra Grande (1865-1870), incluidas las llamadas “destinadas”, las castigadas por el gobierno del mariscal López, acusadas de presunta traición. Son las que prácticamente reconstruyeron el país luego de la hecatombe. El actual jefe de la Iglesia Católica, el papa Francisco, las reivindica y hasta llegó a pedir el Premio Nobel para ellas: “A mi juicio, la mujer paraguaya es la mujer más heroica de América. Después de la Guerra, quedaban entre 20 a 30 mujeres por hombre, e hizo esa gran opción de tener hijos, para salvar la Patria, la lengua, la cultura y la fe”, y jefas de hogar, formadoras de ciudadanos, impulsoras del crecimiento del país.
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Fulgencia Almirón. En 1864, antes que ningún otro paraguayo, Fulgencia Almirón habilitó un estudio fotográfico en Asunción. Tenía dieciocho años. Fulgencia fue la primera «entre los hijos del país» que aprendió el arte de la fotografía, y estableció un taller en el que hacía retratos. Hoy, la primera galería fotográfica al aire libre lleva su nombre. Aunque está inactiva debido a que los encargados de la misma, la Municipalidad de Asunción, han censurado una muestra a finales del año pasado.
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Adela y Celsa Speratti. Nacidas en 1865 (Adela) y 1868 (Celsa), en Barrero Grande (hoy Eusebio Ayala), ambas hermanas son consideradas próceres de la educación en el Paraguay. Organizaron la educación pública de las mujeres y fundaron la Escuela Graduada de Niñas, la Escuela Normal de Maestras y la Escuela Normal de Profesoras. Adela y Celsa Speratti fueron dos educadoras paraguayas de ejemplar dedicación, formadoras de generaciones de docentes. Es considerado como muy importante el aporte de Celsa y Adela a la instrucción pública paraguaya. Continuaron su obra mujeres como María Felicidad González, Lucía Tavarozzi, Juanita Centurión, Lidia González. Como un pequeño homenaje, los rostros de Celsa y Adela Speratti figuran en los actuales billetes de G. 2.000.
Serafina Dávalos. Nacida en Ajos (hoy Coronel Oviedo) en 1883, se unió a las hermanas Speratti en la lucha por la educación pública de mujeres, exigiendo la creación de la Escuela Normal de Maestras, en 1896. Fue la primera mujer en obtener un título de doctora en Derecho, en 1907, con su tesis “Humanismo”, en la cual reivindica ser mujer, estudiante y amante de su patria, y reclama la plena participación cívica y política de las mujeres en el destino del Paraguay. Es considerada la gran pionera del feminismo y de los derechos de las mujeres en el país. Fue la primera en ocupar un puesto en la Corte Suprema de Justicia, participó en el primer congreso feminista internacional, fundó el Movimiento Feminista de Asunción, el Centro Feminista Paraguayo, la Unión Femenina de Paraguay, y la Liga Paraguaya pro Derechos de la Mujer.
Otras mujeres notables del Paraguay son India Juliana, Asunción Escalada, Raquel Livieres de Artecona, Josefina Pla, la beata Chiquitunga, Juana María de Lara, Ramona Martínez, las Heroínas de Piribuebuy, las Enfermeras del Chaco, Carmen Casco de Lara Castro y Concepción Leyes de Chaves, entre otras.