Los guardias Eusebio Cáceres Benítez y Miguel Paniagua Mello, y la brasileña Karla Andressa Guimarães se presentaron ayer para su audiencia indagatoria, en la unidad del fiscal antidrogas Manuel Rojas Rodríguez.
Todos, ya imputados por frustración de la ejecución penal, se abstuvieron. En el caso de los custodios, el fiscal pidió medidas sustitutivas a la prisión preventiva, por tener arraigo en el país.
Para la mujer, el fiscal solicitó la prisión preventiva, pues no tiene arraigo en Paraguay; además tiene vínculos con líderes del narcotráfico, por lo que también está latente el peligro de que sea asesinada, informó el fiscal Rojas a ABC Color.
El agente del Ministerio Público detalló que Mello y Cáceres retuvieron a la comitiva y solo les iban a permitir el ingreso “bajo la condición de que les digamos cuál era la casa que teníamos que allanar. Según dijeron, porque tenían que avisar a sus superiores”.
Tampoco fue opción, según Rojas, atropellar la guardia, ya que la barrera era de un metal de alta densidad.
Agentes de Senad y de la Fiscalía llegaron a las 5:58 a la guardia y estuvieron parados hasta las 6:07. Sin embargo, según pudieron ver en las imágenes de circuito cerrado de la casa de Lindomar Reges Furtado, él y su pareja “se movilizaron cuando intentábamos cruzar el puesto de control. Inmediatamente fue la alerta”, dijo Rojas.
Entre la caseta y la casa había entre 300 y 400 metros de recorrido, especificó el agente fiscal.
Rojas adelantó que convocará al comisario retirado Juan Barúa Insaurralde, quien es el encargado de la Agrupación de Seguridad y Prevención del complejo.
Tras el aviso, Reges y su pareja, Gladys Duarte, huyeron en una camioneta Toyota azul por un camino alternativo. Ella era pareja del narco condenado Marcio Luis Dávalos Segovia, quien a su vez es cuñado de Tomás Rojas Cañete, alias Toma’i.
De hecho, la casa allanada era originalmente de Marcio y ahora pertenece a Duarte.
El vehículo, posteriormente, fue hallado por la comitiva fiscal antidrogas en un lavadero ubicado al lado del IPS de Hernandarias. La mujer lo había dejado bajo indicaciones de que se haga un lavado profundo al mismo, incluso retiró las placas identificatorias.
Guimarães, por su parte, salió en pijamas al mando de una BMW X6 y se encontró de frente con la comitiva que verificó el rodado y halló el pasaporte, las cédulas paraguaya y brasileña de Furtado, así como el habeas corpus preventivo otorgado en 2020 por el juez Carlos Vera Ruiz.
Estructura
Según datos brindados por el fiscal, Reges y Marcus Vinicius Espíndola trabajan en conjunto dentro de la mayor red narco detectada en Brasil. El último, detenido el martes en Río de Janeiro, Brasil, brindaba la logística a traficantes y criminales.
Con dinero obtenido del narcotráfico, Espíndola adquiría vehículos de alta gama que luego procedía a blindar en una de sus fábricas. Luego proveía esos vehículos a narcos y criminales del Primer Comando da Capital (PCC).
Es más, la fábrica de blindaje “Black Eagle”, allanada el martes y que estaba instalándose en Ciudad del Este, era de Espíndola.
Pidió informes
Ayer el juez penal de Garantías Nº 3 de Ciudad del Este, Carlos Vera Ruiz, quien el 28 de febrero otorgó un habeas corpus preventivo a Reges, informó a ABC que solicitó informes pormenorizados a la Policía, al Ministerio Público, así como a la Interpol de Paraguay, para que expongan la fecha de la carga de la orden de captura sobre Reges y cuándo sus pares de Brasil activaron la notificación roja.
Esto a modo de detectar una falla en cuanto a la comunicación entre la Policía de Brasil y Paraguay.
Vera tiene la información preliminar de que el 14 de febrero último se cargó al sistema la captura contra Lindomar Reges.
Por último, Vera explicó que otorgó la garantía tras recibir informes de distintas instituciones que le indicaron que Reges no tenía ni antecedentes ni captura.
Explicó que para solicitar la garantía constitucional no se necesita exponer pruebas, como sí se debe llevar a cabo cuando se presenta una denuncia, por cualquier hecho punible, en un proceso penal ordinario.