Cada semana, en el vecino país caen cargamentos de cigarrillos paraguayos que ingresan de contrabando. Sobre el control que se debe ejercer para combatir esa problemática, el viceministro de Tributación argumentó que no existe ningún impuesto a la exportación, por lo cual no existe ninguna evasión.
Hizo énfasis en que es el Brasil el que está siendo afectado en su economía, pues lo que se evade es el impuesto a la importación en beneficio de dicho país. “No hay daño patrimonial al Estado porque no se paga impuesto por la exportación. La empresa que vende sí paga sus impuestos”, precisó.
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Así también, indicó que con las nuevas normativas vigentes en materia de tributación, se tiene una mejor trazabilidad de la venta de los cigarrillos. Es decir, se sabe cuánto se vende y a quiénes, pero no qué hace el comprador con esos cigarrillos, por lo cual no puede saberse si los contrabandea.
Agregó en ese sentido que dentro de cada caja de cigarrillos hoy se deben colocar los datos suficientes para localizar de dónde se compró, y de esa manera realizar la trazabilidad del origen del producto.
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El creciente contrabando y la fabricación clandestina de cigarrillos paraguayos en fábricas clandestinas dentro del vecino país ocasionan pérdidas de millones de dólares cada año. Según los medios locales, solo en 2020 hubo más de 10.000 millones de reales en pérdidas fiscales.