Mariano Bareiro Soria, director de la Escuela Vecinal de la Federación de Entidades Vecinalistas del Paraguay (FedemPy), dice que partimos de la idea de que la ciudad es el espacio que mejor ha sido capaz de dar satisfacción a las necesidades del hombre, permitiendo el desarrollo de las capacidades humanas mediante el acceso a multitud de estímulos, la proximidad a los otros y la posibilidad de recibir la solidaridad social.
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“La ciudad para ser tal, debe mantener y reflejar el múltiple orden de las necesidades humanas; la conservación, rehabilitación o ampliación de la ciudad, debe buscar la generación de nuevos espacios para permitir el desarrollo de una ciudad, basada en la solidaridad y el pacto social”, señala Mariano.
Además resalta que las vecindades tienen varias características algunas físicas por el tipo de viviendas, acceso a los servicios básicos, la ubicación geográfica.
“En lo social estos barrios dependen en gran medida de su grado de cohesión entre los vecinos por el desarrollo más lento o rápido de la vecindad. Donde se observa mayor bienestar son donde las generaciones de familias que habitan allí tienen un arraigo mayor, ya que se conocen más, son parientes, van a la capilla del barrio, son de parte de la comisión vecinal, construyeron las escuelas juntos, el empedrado, el desagüe pluvial, etc.”
Vivir en comunidad
Según el director de la Escuela Vecinal de la Federación de Entidades Vecinalistas del Paraguay (FedemPy), en un barrio donde se observa mayor bienestar las personas aprendieron a vivir en comunidad y a dirimir en el tiempo sus conflictos vecinales priorizando para ello el desarrollo de su hábitat. “Por otro lado, tenemos las comunidades precarias denominadas asentamientos o territorios sociales que tenemos en el cono urbanos de las grandes ciudades sin la condición adecuada de habitabilidad humana, sin servicios básicos, sin infraestructura vial”.
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Añade que la mayoría de los pobladores son migrantes del campo a la ciudad sin ninguna política habitacional para recibirlos y forzados por la situación tienen que aprender a convivir con sus nuevos vecinos.
“Esta situación genera tensiones que tiene que ser administrada por la propia comunidad para salir adelante, organizándose en una primera etapa para llevar adelante sus necesidades y en una segunda etapa solicitando el apoyo a los gobierno locales. Cada Vecindad tiene sus características propias, su tiempo la cohesión y desarrollado de la infraestructura que apunte a una mejor calidad de vida en el barrio”.
A fin de facilitar estos procesos, Mariano Bareiro comparte algunas ideas:
Conozca a sus vecinos; esto es una vital para trazar objetivos juntos como vecinos a fin de desarrollar la comunidad.
Modere los ruidos innecesarios; el sonido no tiene que sobrepasar las dimensiones de la propiedad para no molestar al vecino.
Empatía; póngase en el lugar del vecino, puede estar pasando un momento difícil.
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Dialogue y proponga soluciones a los problemas; la vecindad es de todos tenemos que buscar juntos las respuestas en caso de necesidad.
Tenencia responsable de mascotas; tenemos que llevarlo al veterinario, colocarles las vacunas y alimentarlo correctamente. Si hace caca tu mascota levanta y después llevas a tu casa para tirar en el basurero.
Solidaridad con adultos mayores y/o personas con discapacidad; ellos son vecinos y como tales tienen que poder integrarse plenamente a las actividades del barrio.
Cuide los espacios compartidos; todos debemos de cuidar nuestras veredas y plazas para uso y disfrute nuestro y de nuestros vecinos.
Barre la vereda frente a tu casa; cada uno debemos mantener nuestras veredas limpias.
No tires basura en la calle; colocar en basurero el día que viene el recolector.
Organícese; en una Comisión Vecinal, Asociación de Vecinos para que juntos puedan desarrollar las acciones que mejore la calidad de vida de la vecindad.
“Estas ideas son algunos puntos que puede ayudar para que la vecindad sea cada vez más fraterno, solidario y sensible a la necesidad de los vecinos”, concluye Mariano Bareiro.