La víctima principal fue Carmo Valdecir Da Costa, brasileño, de 56 años, quien alquila 300 hectáreas en las que planta soja y maíz en la estancia Guyra Queha, que a su vez pertenece a la familia Grau.
El establecimiento queda en la zona de la colonia Aguará, a cuatro kilómetros del antiguo tramo de la Ruta 11 y 50 kilómetros antes de llegar al centro de Capitán Bado, en el departamento de Amambay.
Según los datos, una banda conformada por tres a cuatro hombres tomó por asalto el casco de la hacienda, donde dormían en una habitación el brasileño Carmo, su esposa y su hijo menor de edad.
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En la pieza contigua descansaban un peón paraguayo que trabaja en el lugar, su esposa y su hijo también menor de edad.
Los criminales amenazaron con matar a los dos familias si no pagaban un rescate.
Carmo Valdecir Da Costa, para salvar a su familia y a la de su peón, tuvo que salir del lugar para ir a buscar el dinero exigido por los criminales.
Mientras el arrendatario de la estancia estaba tratando de conseguir la plata para el rescate, su familia y la otra quedaron retenidas en el mismo casco central.
Supuestamente, Carmo logró reunir unos G. 50 millones, con los que regresó hacia la colonia Pacola, que queda a unos 30 kilómetros de la colonia Aguará, pero más hacia el tramo de la Ruta PY08, es decir, hacia Santa Rosa del Aguaray y Azotey.
Una vez que entregó el dinero, Carmo regresó con su familia y también puso a salvo a la familia de su peón.
La finca atacada queda en medio del río Ypané Hû y del arroyo Aguará Vevé, que a su vez desemboca en el río Aguaray Guasu.
El grupo que cometió este secuestro exprés sería el mismo que secuestró al ganadero brasileño Roberto Perotti y toda su familia en su estancia Virgen de Caacupé de la colonia Ka’aguy Poty de Capitán Bado, el 12 de noviembre de 2019.
También sería el mismo grupo que secuestró y mató al ganadero brasileño Dilson Bello dos Santos, el 26 de julio de 2019 en la estancia Bello de la colonia Cadete Boquerón, también en Capitán Bado.