El ganadero Gerardo Roll señaló que las pérdidas económicas son enormes porque en el campo ya no hay agua ni pasto.
Dijo que tenían la esperanza por la lluvia que se anunció este fin de semana, pero que al final se disipó rápidamente y la ansiada lluvia no llegó en la cantidad que esperaban.
Se quejó de las autoridades locales y departamentales. “No hay reacción por parte de las autoridades locales, departamentales ni nacionales, hasta ahora no he escuchado nada, mientras en otro departamento, la emergencia se declaró y ya están actuando”, acotó.
Dijo que ahora comenzaron a morir algunos ganados, la situación no es buena, y no se avizora en el horizonte mejores perspectivas, dijo Gerardo Roll.
Añadió que para salvar a sus animales llevan agua de la ciudad a los establecimientos, en tanques y tambores, lo que eleva el costo de la producción, además de los forrajes y balanceados que continuamente suben de precio.
La ausencia de lluvias y los continuos incendios ponen en zozobra a los productores pecuarios de la zona.