Comandante de la Policía, destituido cuando explicaba sobre el atentado

El ministro del Interior, Arnaldo Euclides Giuzzio Benítez, entregó ayer al presidente Mario Abdo Benítez la cabeza del comandante de la Policía Nacional, Luis Ignacio Arias Navarro, quien fue remplazado en plena comparecencia en el Congreso para informar todo lo relacionado con el tiroteo ocurrido en un festival en San Bernardino. El nuevo jefe de la Policía es el que era subcomandante, Gilberto Arístides Fleitas Colmán.

El hasta entonces comandante de la Policía Nacional, Luis Arias, en el medio de los comisarios generales que comparecieron ante la Comisión Permanente del Congreso Nacional.GENTILEZA
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Cinco meses después de que el presidente de la República emplazara a Arnaldo Giuzzio y a Luis Arias en la anterior crisis extrema de inseguridad, finalmente este último dejó de ser el comandante de la Policía, cargo que ejerció desde el 18 de marzo del año pasado (luego de las protestas y ataque a Colorado Róga).

Luis Arias era el último integrante de la promoción 1989 que seguía en servicio activo y ahora pasará a retiro con el máximo grado en la institución, que es comisario general comandante (cuatro estrellas).

Su salida se produjo ayer en un momento en que tal vez nadie lo esperaba, ya que fue destituido en el momento de su comparecencia ante la Comisión Permanente del Congreso Nacional, donde estaba explicando el caso del atentado fatal en el anfiteatro José Asunción Flores de San Bernardino.

En dicho ataque criminal, que sucedió el domingo último por la noche, murieron el supuesto narco Marcos Ignacio Rojas Mora (29) y la influencer Cristina Isabel “Vita” Aranda Torres (29).

Humillación

Tras ser cambiado durante su comparecencia, Luis Arias tuvo que sentarse ya a la derecha del que en ese momento era nombrado comandante, Gilberto Fleitas, quien quedó en el centro.

El ministro Arnaldo Giuzzio llegó al Congreso acompañado de seis comisarios generales, que son el entonces aún comandante Luis Arias; el que era subcomandante, Gilberto Fleitas; el director general de Administración y Finanzas, Humberto Ayala; el director del área Científica y Técnica, Francisco Andino; el director de Policía de Cordillera, Benicio Ramírez, y el director de Investigación de Hechos Punibles, César Silguero.

En la primera parte de la sesión, que fue de carácter público, Giuzzio se refirió más acerca del expresidente Horacio Cartes antes que abundar en explicaciones a la ciudadanía sobre los graves hechos de inseguridad que vienen azotando al país.

Posteriormente, durante el receso previo a la sesión reservada, el mismo ministro convenció al presidente de la República de cambiar al comandante de la Policía, Luis Arias, para tratar de aminorar las críticas que en ese momento ya eran generalizadas.

Efectivamente, para cuando se reanudó la sesión ante los parlamentarios, el comandante Arias ya había sido destituido por Mario Abdo Benítez, aunque en una situación sumamente incómoda tuvo que participar de toda la reunión, pero ya colocado a la derecha de su sucesor, Gilberto Fleitas, quien a su vez pasó a sentarse en medio de todos los comisarios generales, debido a que por entonces ya era el nuevo jefe de la Policía Nacional.

Queda como único responsable

De esta forma, Arnaldo Giuzzio se deshizo de Luis Arias, a quien nunca aceptó como comandante de la Policía, ya que le habían impuesto trabajar con él y no le hicieron caso cuando el ministro pidió su cambio por falta de confianza hacia el jefe de la fuerza pública.

Así las cosas, Arias paga con la pérdida de su cargo la insostenible situación de inseguridad que se vive en el país, en medio de la cual también se va tornando una costumbre la violencia ejercida casi sin oposición por el crimen organizado y los grupos mafiosos fronterizos y capitalinos.

Aliados por conveniencia

Hace solo cinco meses, los mismos protagonistas de ahora, Arnaldo Giuzzio y Luis Arias, en una alianza o acuerdo habían destituido a toda la cúpula policial, desde el subcomandante para abajo, pero ello tampoco dio los resultados esperados, tal como pudo verse.

Aquello ocurrió cuando, como ahora, la crisis llegó a picos intolerables. En ese tiempo sucedieron el asesinato del empresario Mauricio Daniel Schuartzman Parnes, en el barrio Jara de Asunción, y la muerte de la joven universitaria Liz Mariela Vera Benegas, quien en Fernando de la Mora saltó de un autobús que se estaba desplazando, para intentar recuperar el teléfono que un ladrón acababa de robarle.

Aquellos hechos generaron el repudio de sectores ciudadanos, así como ocurrió en esta ocasión con la muerte el domingo de la influencer Vita Aranda.

Cambios irrelevantes

Luego del atentado ocurrido en San Bernardino, desde el Ministerio del Interior y la Comandancia de la Policía se ordenó unas movidas irrelevantes entre algunos mandos policiales, para tratar de calmar los ánimos de la población ya irritada por tanto crimen.

Ahora empieza un nuevo período en la Policía Nacional, la cual además de tratar de lograr mayor contención de los hechos criminales tiene la responsabilidad de erradicar la corrupción en sus filas.

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