Es un hecho irreversible que la merma productiva se instaló en todas las regiones del país, e incluso las regiones vecinas como Mato Grosso del Sur y Paraná en Brasil, también en el sur de Misiones, Argentina, todas afectadas por al sequía. En nuestro país las mermas son muy importantes en relación a una perspectiva de cosecha normal (10 millones de toneladas), creemos que las pérdidas están entre el 60 y 70 por ciento (6 a 7 millones de toneladas) y lastimosamente el panorama que se está diseñando no es el mejor, porque la producción no mejora, y no hay ninguna región en nuestro país que se esté salvando en el tema productividad, manifestó Friederichsen.
Hoy la pelea de los productores es alcanzar 1.000 kilos por hectárea de promedio, pero otros ni llegan, los analistas de mercado estaban estipulando un promedio de 1.200 kilos por hectárea en esta campaña 2021/2022, pero nosotros vemos desde APS que llegaríamos a ese promedio (1.000 kg/ha/promedio) porque la cosa no viene bien, añadió.
¿Y si la zafriña no prende?
Aclarando que no buscamos ser pájaros de mal agüero, le consultamos al señor Karsten qué pasaría si la zafriña también sufre un quiebre. “Esa es la incógnita y que nadie tampoco quiere pronunciar, la zafriña esta marchando razonablemente bien, hay una buena partida de soja y maíz sembrada, el clima cambió un poco para bien, pero no son lluvias generales. Seria catastrófico si esto falla, ya que la zafriña nunca va tener el rendimiento de la soja de zafra normal, pues más se hace para semillas y se calculan rendimientos de 1.800 kilogramos por hectárea, además la zafra normal ya dejó secuelas”.
La comida podría ser más cara
“Ahora estamos en la etapa fuerte del maíz y no quiero ni pensar en que podría faltar, ya que eso va a tener un grave efecto en la canasta familiar con el aumento del precio del, pollo, huevo, leche, que son alimentos básicos en la canasta familiar. Si el maíz sale mal, Paraguay va a estar obligado a importar, a traer de afuera para dar de comer a nuestros animales, y eso va encarecer los precios de todo, sin dudas el convertirnos de exportador a importador de granos golpeara a todos, y principalmente a lo que es la agricultura familiar campesina, donde se podría generar un problema social, no faltará comida pero sí podría ser más costosa”, señaló preocupado el directivo.
“Faltarán US$ 2.500 millones como circulante”
Karsten Friedrichsen fue directo al señalar que, “cuando hablamos del tema financiero, sean bancos, cooperativas, financieras o empresas de insumos es un tema delicado, es un tema sensible, porque este año existe una codependencia muy grande del productor que debe refinanciar su relación con las entidades que le entregaron dinero o insumos, y es que los productores necesitan crear un puente para llegar al 2023.
Creemos que faltarán US$ 2.500 millones de dólares para llegar al 2023, afortunadamente la banca en el Paraguay tiene esa capacidad de solventar, pero el costo financiero es casi inevitable de que se corrija hacia arriba, y el interés va subir para los productores.
Es incomodo admitir, este año va ser un buen año para las entidades de préstamo, yo no podría decir que es injusto, pero es un problema que le afecta al productor, y no se puede culpar al banco, y tampoco como gremio (APS) podemos decir que el Gobierno tiene que obligar a los bancos a prestar a una tasa mínima. El gobierno disponibilizó 100 millones de dólares, pero faltarán USS 2.400 millones que no va a haber, y es esto se va tener que financiar en 2 o 3 campañas”.
“Hay productores que no van a sembrar a causa de las deudas”
“Este quiebre de cosecha forzará a varios productores a abandonar la producción agrícola, no porque quieran, sino por no tener condiciones de seguir, será inevitable; hay algunos con un endeudamiento muy elevado, inversiones en alquileres de campos, de maquinarias, endeudamiento con proveedoras de insumos. Cuando el agricultor tiene patrimonio propio lo puede hipotecar, pero si no tiene tierra propia o su tierra es muy pequeña, no tiene cómo avalar su préstamo, además el costo de producción para la próxima zafra 2022/2023 será posiblemente la más costosa de la historia, porque los insumos van a subir un 100 por ciento. El problema recién esta comenzando porque tenemos que ver como vamos a financiarnos para la próxima campaña”, destaco Karsten Friedrichsen.
Qué hacer en invierno
Ya mirando lo que podría ser el invierno, le consultamos al directivo de la APS, cual sería la decisión que el productor debe tomar en cuanto a que cultivo sembrar, “la opción para el invierno es diversificar el riesgo, no jugarse por un solo cultivo, o sea sembrar un poco de todo, un poco de canola, chía, trigo para que no falte, este año no creo que el productor se arriesgue a sembrar maíz en marzo por temor a que le agarre la helada al final del ciclo. Pero otro detalle importante, es que actualmente no hay semillas de maíz para consumo animal para comprar, en Paraguay dependemos de la zafriña para tener semillas para la siguiente campaña, y si no sale bien, en el peor de los casos se va tener importar semillas y va ser mucho mas caro para el productor”.
“El problema en el campo es de todos, nadie se salva”
“Nadie puede decir que esta situación no le afecta, pues directa o indirectamente le va golpear, la industria nacional de balanceados se va a abastecer de soja y maíz seguramente, pero si falta el problema va ser el precio, la industria de balanceado va tener que encarecer y esto va repercutir y va subir de precio en los productos básicos de la canasta familiar, y esa es la parte donde le afecta al pueblo y eso va subir inevitablemente, uno porque el dólar va subir mas todavía, y el precio de la harina de soja, del choclo, del resto de los granos, hortalizas, frutas y carnes lastimosamente también van a subir y a todos nos va tocar, nadie se va salvar”, señaló Friedrichsen.
Mantener la tranquilidad
El panorama no es alentador, pero igual le preguntamos al señor Karsten si hay algo positivo, “Y más que nada el productor debe mantener esa fortaleza emocional, intentar mantener la tranquilidad y no desesperarse, el apoyo familiar es fundamental y por sobre todo siempre con fe. El productor sabe que siempre que llovió paró, y confiamos que esto va pasar mas tarde o mas temprano, Paraguay tiene una estructura de financiamiento, producción y acopio para superar esta crisis, solo que va a costar caro a toda la cadena productiva, pero hay que seguir”, finalizó.