La nueva ruta Transchaco permitirá conectarnos con países del Pacífico

La construcción de la nueva ruta Transchaco avanza sin pausas en un tramo de 553 kilómetros. La red vial contará con cuatro carriles de circulación, rotondas y empalmes con las colonias del Chaco Central. El mercado del Pacífico se podrá alcanzar en mejores condiciones de competencia para nuestros productos.

El río Verde será cruzado por un nuevo puente, acorde a la ampliación a cuatro carriles. Las tareas se encuentran en etapa inicial.
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El Ministerio de Obras Públicas aceptó el desafío de construir una nueva red vial en el Chaco paraguayo. Una ruta de cuatro carriles, rotondas y empalmes con las colonias del Chaco Central se extienden a lo largo de 553 kilómetros.

Según el período de inicio de las tareas, las obras tienen diverso nivel de ejecución.

A modo de ejemplo podemos mencionar que partiendo de Benjamín Aceval la ruta se encuentra en etapa de compactación de suelo mientras que en los alrededores de Cruce de los Pioneros el nuevo tramo está habilitado para la circulación.

Las tareas comienzan en Benjamín Aceval y se extienden hasta Mcal. Estigarribia, siguiendo un trazado de 553 kilómetros.

A partir de Mcal. Estigarribia la Transchaco tiene dos carriles cuya construcción fue terminada al finalizar el 2019.

La nueva capa asfáltica cuenta con una base de cal vida a fin de facilitar la compactación del suelo arcilloso del Chaco. Las obras se extienden a lo largo de 553 kilómetros, en el Chaco paraguayo.

Es un tramo que está en excelentes condiciones. Bien señalizada, con cartelería adecuada a las características de la ruta.

De Mcal. Estigarribia a la frontera con Bolivia, en Infante Rivarola, se tienen 260 kilómetros de buena ruta.

Oportunidad para cambiar la historia

Disponer de una ruta adecuada es una oportunidad para mejorar la integración económica con la región.

La ruta Transchaco tiene particular importancia en la economía de nuestro país: Bolivia es el único mercado con superavid que tenemos, por lo tanto la conectividad tiene importancia superlativa.

Disponer de una nueva red vial permitirá aumentar nuestra presencia comercial en el país andino, al tiempo que podremos importar productos que no se tienen en nuestro país, como es el caso de los minerales.

Por otro lado, Bolivia tiene muy buenas rutas que permiten acceder con facilidad a los países del Pacífico con todo lo que implica en cuanto a oportunidades comerciales.

Sólo llegar al Perú es ocasión para aumentar el intercambio comercial. A modo de ejemplo, buena parte de la leche que consumen los peruanos se importa de Australia. Paraguay puede competir en precio y calidad con los lácteos australianos.

En este momento se está trabajando en asfaltar la Ruta de la Leche, en el Chaco Central, lo que permitirá aumentar sensiblemente nuestra capacidad de producción.

Los trabajos en la Transchaco no conocen de pausas. El inclemente calor golpea a quienes allí trabajan.

Siguiendo el ritmo actual, los trabajos en la Transchaco terminarán en los próximos 18 meses. Por fin vamos teniendo una ruta como nos merecemos para mejorar nuestras oportunidades de comercio regional.

La nueva ruta Transchaco permitirá disminuir nuestra dependencia del mercado argentino. Es hora de conquistar nuevos mercados; para eso, se necesitan buenas rutas.

El desafío de la Ruta de la Carne

La ruta Transchaco es la red vial de mayor extensión de nuestro país: llegar a Infante Rivarola implica recorrer 783 kilómetros.

Ahora que se tiene la red troncal principal, queda el desafío de extender los beneficios de disponer de ruta asfaltada.

En torno a los poblados de Bahía Negra y Agua Dulce, en el Alto Paraguay, se tiene una gran dinámica de producción agropecuaria.

Llegar a asfaltar la Ruta de la Carne será una oportunidad para consolidar la integración económica nacional.

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