La última tormenta derribó cinco columnas de la ANDE en Guairá y dejó sin servicio a varias localidades

La tormenta que se abatió ayer sobre el centro de la región Oriental del país derribó cinco columnas del sistema de distribución de la ANDE en media tensión y dejó sin el servicio a numerosas localidades del Guairá. ¿Hay estudios que justifiquen la adquisición de estas columnas o los responsables solo tienen en cuenta su precio?

El sistema de transmisión y distribución de la ANDE sigue sufriendo los embates del viento. Ayer, en en el Guairá, entre Villarica y Ñumí, cayeron cinco columnas. El 13 de octubre del año pasado derribó colosales torres de la línea de 500 kV que vincula Itaipú con Villa Hayes.
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El temporal de la víspera, calificada como “fuerte” por los voceros de la empresa eléctrica estatal, dobló esa cantidad de columnas de la red de distribución de la estatal en el trayecto comprendido entre Villarrica y Ñumí.

Si bien los técnicos del área de Mantenimiento de la empresa eléctrica se encontraban trabajando en la zona afectada por el temporal para reponer el servicio eléctrico, las secuelas, no solo en el confort de los usuarios de la ANDE, sino también en la economía de los mismos, no debe subestimarse. Tampoco en la economía de la empresa estatal, la que tarde o temprano las descargará sobre sus costos y, por ende, sobre sus tarifas.

“Nada puede hacerse contra la naturaleza”, es la justificación que con mayor frecuencia esgrimen administradores de empresas como ANDE, Essap, Copaco, INC, etc.; sin embargo, debe considerarse que solo la intervención de un organismo de control podría investigar si a la hora de fabricarse estas columnas sus responsables de turno tuvieron en cuenta factores como la velocidad del viento, lugar de instalación de las mismas, etc.

Torres de la línea de 500 kV

Recordemos que la caída de torres mucho más grandes, como las que sostienen un tramo de la línea de transmisión de 500 kV en un punto del Alto Paraná el año pasado, también debido a un temporal, suscitó la reacción, por ejemplo, de la Unión de Ingenieros de la ANDE (UIA), la que en un comunicado exigía la investigación del proceso de emplazamiento de toda la línea inclusive.

No obstante, pese a que la reparación del tramo afectado de esta línea le costó a la ANDE US$ 400 mil, a la reacción de la UIA, así como de otros referentes de la opinión pública nacional, nada se sabe hasta la fecha de los resultados de esa investigación, tampoco si hubo una investigación o no.

¿Qué hubiera pasado si ese daño fuese superior y, por lo tanto, el costo de su reparación, no solo para la ANDE, sino también para la economía nacional?

La caída de las cinco columnas en el departamento del Guairá dejó sin electricidad a las localidades de Fassardi, Eugenio A. Garay y San Roque y la recuperación del servicio prometían para la tarde de ayer.

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