Los sacrificios que se hacen esperando la recuperación en el Ineram

Un panorama que por varios meses fue más calmado y menos tensionado reaparece a metros de la entrada del pabellón de contingencia del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente (Ineram). Las carpas de familiares volvieron, pero ahora con un detalle más: los sacrificios para sobrellevar la espera y soportar el intenso calor.

Los familiares de pacientes aguardando en el Ineram hacen lo que pueden para soportar el calor. (Captura de pantalla).
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Con tapabocas y manteniendo el distanciamiento que se pueda dentro de un pequeño espacio, varias familias están con 3 ó 4 miembros que vienen a cubrir la guardia de espera por los enfermos o de visita para conocer el estado de salud del ser querido internado en el hospital de referencia.

Hace aproximadamente cuatro meses, la cantidad de personas en las afueras mermó bastante, pero ahora el repunte de familiares cerca de estos puntos está en aumento.

“El calor es lo de menos cuando tenemos esperanza de tener buenos resultados”, dijo uno de los entrevistados por ABC TV esta mañana. La temperatura puede ser muy alta, pero las ganas de ayudar y estar pendiente de un familiar hacen sacar la fuerza de donde sea para aguantar el verano.

Un grupo de los sondeados dijo que están hace pocos días y otros más tiempo. Algunos dicen que sus familiares están hospitalizados por neumonía y no precisamente por COVID positivo.

Sin problemas con los medicamentos

En comparación con el año pasado, cuando la crisis sanitaria explotaba y a la par se denunciaba faltante de medicamentos para los que estaban principalmente intubados, hoy, de momento, la situación es más llevadera.

Don Mariano nos contó que su madre es la que está bajo cuidados adentro. El centro médico tiene todos los fármacos necesarios y no les están pidiendo que vayan a comprar de algún comercio privado. “En un 90% se tiene todo”, comentó otro sacrificado hombre que espera reportes de su familiar.

Varios confesaron que están perdiendo horas en sus trabajos o incluso faltan por dar una mano en las carpas.

En medio de la espera se gasta para alimentarse dentro de las carpas

Un joven admitió que no es gratis estar ahí sentado, o dando vueltas para calmar la ansiedad. Cada uno debe alimentarse, debe refrescarse con agua o gaseosa. Todo eso conlleva una inversión extra, pues no están en estos momentos aquellas familias solidarias que ofrecían su esfuerzo para cubrir esos alimentos.

La ocupación actual de camas es del 90% en el Ineram. Los informes son diarios y solo se dan una vez, a partir de las 15:00. Un entrevistado manifestó que desearía también que se dé un informe por la mañana y así saber cómo amanecieron los seres queridos.

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