Así como la Gobernación de Central no presentó ningún papel sobre el destino dado al Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) y los royalties durante el último cuatrimestre del año pasado, hay varias administraciones municipales en falta.
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Entre ellas varias administraciones que lograron el rekutú como ser el caso del intendente de Encarnación, Luis Yd (PPQ), la intendenta de Quyquyhó, Patricia Corvalán (ANR, oficialista), esposa del diputado Esteban Samaniego o Joao Ferreira (ANR).
También hay otros casos que involucran a intendentes salientes con investigaciones penales por presunta mala administración como por ejemplo el caso de Alejandro Urbieta (PLRA), exintendente de Concepción imputado por presunta lesión de confianza. En dicho munipio tampoco inició con buen pie su gestión el nuevo intendente Bernardo “Berni” Villalba (ANR, cartista), que ya incumplió con su primera rendición.
Hay que recordar que las nuevas autoridades electas en las pasadas municipales del años pasado asumieron en general el 9 de noviembre, porque estos no están exceptuados de tramitar las rendiciones de dichos fondos.
En el total también hay algunas comunas que sí cumplieron con al menos una rendición, aunque hay otras varias cuyos papeles están en verificación a ver si cumplen con los requisitos mínimos para validar el trámite.
En esta última situación, hay 48 carpetas del Fonacide siendo verificadas y 58 de la partida de royalties.
Es de destacar que quienes incumplen con estas rendiciones, ven comprometida la entrega de nuevos desembolsos de aquí en adelante.
Gobernación de Central, sigue acumulando manchas
En diciembre pasado, diputados colorados oficialistas y cartistas se unieron para salvar de la intervención al gobernador de Central, Hugo Javier González (ANR, cartista), que tienen una imputación por presuntamente lapidar cerca de US$ 1 de fondos covid.
La intervención habría permitido apartar al Nº 2 del cargo, para evitar que siga gestionando recursos públicos con serias sospechas encima, sin embargo, gracias al blanqueo de sus correligionarios, de vuelta utilizó millonarios recursos que debían destinarse a salud y educación, y sin presentar ni un papel.