En la tarde de ayer, un incendio de gran magnitud se registró en la periferia de esta ciudad. Puntualmente en el barrio Virgen de Fátima, donde se encuentra un área de reserva del arroyo Capiibary, donde varias viviendas estaban en peligro.
Los bomberos nepomucenos comenzaron a trabajar cerca del mediodía, prolongándose el combate hasta el anochecer. El fuego inclusive llegó a afectar un cultivo de eucalipto en la propiedad del escritor local, Evangelista Aguiar.
El sector afectado está compuesto de pastizal, y el hábitat de animales silvestres. Algunos de los cuales fueron salvados por las voluntarias de K- 142 de San Juan Nepomuceno. El incendio se volvió cíclico a raíz de que algunos pobladores creen que el esteral representa peligro por la presencia de animales silvestres.
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La impunidad de los pirómanos alienta a la gente a seguir quemando, pese a la alta temperatura y la sequía. “Hace falta que las autoridades tomen carta en el asunto y castigar a los responsables”, dijo Perla Benítez, una lugareña cuya casa casi se quemó a raíz del siniestro.
También se registran incendios forestales y de pastizales en los distritos de Tavaí, Abaí, General Morínigo y hasta Buena Vista. Los bomberos de San Juan Nepomuceno en ocasiones ya no pueden dar respuesta a todos los pedidos de auxilios, según el comandante de la K - 142, capitán mayor BVC Alcides González.
En la tarde de hoy también en el barrio San Agustín hubo un incendio en una vivienda que pese a los esfuerzos de los propietarios, vecinos y bomberos voluntarios no se pudo salvar, debido a que la construcción es de madera.
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