Nuestro entrevistado nació con la enfermedad osteogénesis imperfecta, conocida como “huesos de cristal”, y por eso no puede caminar. No usa silla de ruedas, pero se desplaza en una patineta.
“Incluso en IPS Central no encontré estacionamiento preferencial, no había lugar y los autos estacionados no tenían logo que justificara”, lamentó Gayoso.
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Además, se encontró con el ascensor descompuesto. “Soy una persona con discapacidad física y la escalera me dificulta. Hice un video y lo compartí. Me atendieron bien, pero la parte estructural no facilita las cosas a las personas con discapacidad”, expresó.
Al caminar por las veredas de Asunción, vio que no son aptas. Había muchos buses “accesibles”; sin embargo, ninguna de las paradas se adapta para que la persona pueda llegar hasta el bus.
“La vereda tiene que tener esa rampa y el bus tiene que quedar al mismo nivel. La mayoría de los colectivos baja hasta el suelo, pero de nuevo se encuentra un desnivel con la vereda, entonces tiene que quedarse a unos metros para que la silla baje al asfalto. La vereda debe estar a nivel de la rampa del colectivo”, insistió.
Ni las farmacias son respetadas
Según Gayoso, ni las farmacias se salvan de los impedimentos para discapacitados, ya que si cuentan con las rampas los automovilistas estacionan y obstruyen el paso. No puede ingresar alguien con silla de ruedas allí.
Uno va al Mercado 4, imaginen la cantidad de obstáculos con los que se encuentra un no vidente que puede golpearse la cabeza con letreros y objetos que cuelgan. De todos esto temas, Gayoso es fiel testigo porque lo vive en carne propia.
Su estrategia de concienciación consiste en levantar las imágenes que capta en las redes Facebook e Instagram, principalmente. Todo comenzó el día de las elecciones municipales, según recordó.
Qué dice la ley de accesibilidad
Dany rememoró que “en Paraguay desde el año 2013 rige una ley de Accesibilidad para personas con discapacidad, la Ley N° 4.934/2013, de accesibilidad al medio físico para las personas con discapacidad y las directrices establecidas dentro de las normas paraguayas elaboradas por el INTN están diseñadas como un instrumento de apoyo a los proyectos de planeación, construcción, modificación o rehabilitación de los entornos físicos.
Indicó que la misma establece “criterios, especificaciones y gráficos que tomen en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad física, así como las de otros sectores de la población como adultos mayores, mujeres en periodo de gestación, personas de talla baja, niños y personas con alguna limitación temporal”.
Afirmó que con base en esto es que, a partir del 2019, ningún edificio o centro de atención al público debe ser habilitado o aprobado sin pasar por estas normas.
Todos los lugares que reciban a personas deben ser accesibles con rampas, pasamanos, puertas, camineros, etc. “Todos los lugares que reciban a personas deben poner en práctica las normas de accesibilidad, es decir, deben ser accesibles”, aseveró.