El gobernador de Caazapá, Pedro “Pipo” Díaz Verón (ANR, velazquista), al igual que los demás jefe departamentales del país, recibió dos millones de dólares para la reactivación económica en el marco de la pandemia del covid-19. El primer desembolso de G. 6.382 millones (US$ 1.000.000) llegó a finales del 2020, mientras que la otra transferencia de ese mismo monto se dio a mediados del año pasado.
Pipo, que es hermano del acusado ex fiscal general Javier Díaz Verón, al recibir el primer millón de dólares implementó –al igual que sus colegas de Central y Canindeyú, los cartistas Hugo Javier González y César “Tigre” Ramírez, respectivamente– una especie de repartija a ONG. En el caso de Díaz Verón entregó el dinero público a siete entidades “sin fines de lucro”, entre las que se destaca la Asociación Interdistrital de Caazapá, presidida por Yonny Guzmán Florentín, que recibió G. 757 millones.
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Esta ONG consiguió los fondos para la construcción de empedrados y la remodelación de la exestación del distrito de Moisés Bertoni. Para este último proyecto el desembolso fue de G. 465 millones del total de G. 757 millones.
La asociación, sin embargo, no realizó la obra porque no contaba con la autorización de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) y Ferrocarriles del Paraguay SA. Esto, se conoció recién el 15 de junio de 2021, cuando el gobernador caazapeño decide redireccionar los recursos a obras gerenciadas por el Consejo Regional de Salud, a cargo de Roque Javier Vera Lugo.
Este organismo ya cobró en su totalidad por algunos de los proyectos, como el caso de la construcción del nuevo local de la Unidad de Salud Familia (USF) San Agustín. El jefe departamental igualmente volvió a entregar plata para esa obra, ya pagada.
Es decir, Pipo Díaz Verón incurrió en una doble transferencia, según evidencia la documentación adjunta a la rendición de cuentas presentada ante la Contraloría General de la República (ver infografía).
Más plata
Un punto notable es que la Asociación Interdistrital de Caazapá incumplió con la remodelación de la exestación y avisó, cuatro meses después de recibir la plata pública, que no tenía el permiso para esos trabajos, pero mientras seguía recibiendo fondos por parte de Pipo. Esta vez la transferencia se realizó del segundo millón de dólares.
Según los papeles, la asociación recibió el 28 de mayo de 2021 G. 111 millones para la construcción de empedrados en el casco urbano de Tavaí. Luego, el 10 de junio de 2021, consiguió G. 380 millones para una obra de empedrado en el asentamiento Roque Sarubbi.
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El beneficio continuó el 21 de julio de 2021 con otros G. 350 millones para el empedrado del asentamiento Roque Sarubbi; el 27 de julio de 2021, con G. 200 millones para enripiado, canalización y entubamiento en el distrito de Buena Vista y el 25 de agosto de 2021 otros G. 171 millones para las obras en Buena Vista.
En total, la ONG embolsilló G. 1.182 millones del segundo millón de US$, en un periodo de cuatro meses.