El Tribunal de Apelación en lo Penal, primera sala, integrado por los magistrados Gustavo Ocampos González, Gustavo Santander Dans y Pedro Mayor Martínez, resolvió confirmar la Sentencia Definitiva N° 396 de fecha 30 de setiembre de 2021 en la que Paulo Vicente Freitas Tavares fue condenado a 16 años de prisión.
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Paulo Freitas fue hallado culpable de los hechos punibles de tráfico de drogas y asociación criminal y, en consecuencia, condenado por el Tribunal de Sentencia, presidido por la jueza Gloria Hermosa e integrado por Mesalina Fernández y Dina Marchuk.
En ese mismo juicio también fueron condenados, pero a 12 años de cárcel, Carlos Antonio Mendieta Ortiz, Rafael Sanabria Martínez y Javier Alexis Frutos Pérez.
Contra la sentencia
El defensor público Luis Fretes Giménez, quien ejerce la defensa del piloto brasileño Paulo Freitas, interpuso un recurso de apelación general contra la S.D. N° 396 señalando “que la sentencia contiene errores in judicando y vicios establecidos en el artículo 403 inciso 4 del CPP”.
El artículo específicamente establece en ese apartado: “4) que carezca, sea insuficiente o contradictoria la fundamentación de la mayoría del tribunal. Se entenderá que la fundamentación es insuficiente cuando se utilicen formularios, afirmaciones dogmáticas, frases rutinarias o se utilice, como fundamentación, el simple relato de los hechos o cualquier otra forma de reemplazarla por relatos insustanciales. Se entenderá que es contradictoria la fundamentación cuando no se han observado en el fallo las reglas de la sana crítica, con respecto a medios o elementos probatorios de valor decisivo”.
Por su parte, el fiscal Marcelo Pecci contestó la apelación solicitando que no se haga lugar a lo peticionado por el abogado defensor de Freitas.
El camarista Gustavo Santander Dans señaló, por su parte, sobre el recurso interpuesto por el defensor público que “el recurso de apelación trata sobre el control de la sentencia y sus fundamentos, es decir, sobre el fundamento legal en que se basa la sentencia dictada por el tribunal como resultado del juicio oral y público”.
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“En otras palabras, el superior debe limitarse a examinar la corrección jurídica del fallo, en cuanto a la observancia de la ley y las formas esenciales del proceso”, agregó Santander.
Pese a que el abogado defensor de Freitas señaló que la sentencia carecía de ciertos elementos, Santander señaló que “se constató que se probaron los hechos, así como la apropiada fundamentación para la imposición de la pena en cuanto a los hechos punibles verificados”, por lo tanto “quedan descartados los agravios invocados por la defensa consistentes en la inobservancia y errónea aplicación de la ley. No se observan en la sentencia recurrida los vicios mencionados por el recurrente”.
Santander finalizó su análisis indicando que “para la Cámara el Tribunal de Sentencia realizó un análisis de todas las circunstancias favorables y contrarias al condenado” y en cuanto “al marco penal establecido para el tráfico de drogas y asociación criminal, este es congruente con la pena impuesta”.
Los demás miembros se adhirieron al voto del preopinante y se confirmó así la sentencia para Paulo Freitas.
“Operativo Pulp Fuction”
De acuerdo con los antecedentes, el 29 de mayo de 2017 se logró la incautación de 513,8 kilogramos de cocaína, luego de nueve meses de escuchas telefónicas que desencadenaron en varios operativos.
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Uno de los procedimientos estuvo encabezado por el ahora exfiscal Hugo Volpe con agentes de la Senad y se efectuó en un establecimiento rural en el que se halló una pista clandestina, a unos 20 kilómetros al sur del distrito de Bella Vista Norte, a 1.750 metros de la línea fronteriza con Brasil.
Mediante el operativo también fue retenida una avioneta con matrícula paraguaya ZP-BCU, que estaba al mando del hoy condenado Paulo Freitas. La nave había aterrizado en el aeropuerto de Pedro Juan Caballero, donde el encargado del procedimiento fue Marcelo Pecci.
Datos de la investigación indicaban que en su momento la avioneta era utilizada por criminales del Primer Comando Capital (PCC) de Brasil, y que recaudaba cerca de US$ 3.500.000 al mes, porque habría sido operada ya en cerca de 20 vuelos mensuales, siempre transportando droga.