Marito busca votos hasta de los terroristas, sostiene la mamá de un secuestrado

La señora Elisa Beatriz Barreto, madre del joven Jorge Manuel Ríos Barreto, quien a su vez fue secuestrado y asesinado por el grupo criminal ACA-EP, dijo que el presidente Mario Abdo Benítez busca ganar “unos votitos más” con la orden que dio de construir casas a las familias de los terroristas que fueron recientemente abatidos en el Norte del país.

Última foto del secuestrado de Jorge Ríos. Fue la prueba de vida entregada a su familia. A su lado aparece el terrorista Laubrindo Balbuena Maríz (ya fallecido). También se ve la escopeta hallada en la propiedad donde ahora Marito le va a construir una casa a la familia del criminal.
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La dolida madre habló el lunes de tarde en el programa Crimen y Castigo de ABC TV. Fue en reacción a la orden que dio el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, de construirle casas a los familiares de los miembros de la banda terrorista Agrupación Campesina Armada – Ejército del Pueblo (ACA-EP).

Video: Madre de secuestrado reprocha al presidente Mario Abdo Benítez

La ahora impopular decisión de Marito surgió inmediatamente después de que policías del Departamento Táctico y del Departamento de Investigaciones de Concepción eliminaran en un enfrentamiento al último miembro conocido de la ACA-EP, Elizandro Balbuena Maríz, de 22 años.

El operativo se hizo el jueves último en la ciudad de Puentesiño. Elizandro estaba escondido en la casa de su madre, Liduvina Maríz, de 47 años, quien incluso ante la prensa había declarado previamente que supuestamente no lo veía desde hace un año.

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En la casa intervenida fue recuperado el fusil Galil robado el 3 de agosto pasado, cuando la ACA-EP asesinó a los policías Dionisio Ávalos Pereira (44) y Odelio Insaurralde Rodríguez (37) y al guardia de seguridad Leónido Medina Ovelar (35), en un ataque en el municipio de San Alfredo.

En el lugar también fue hallada la escopeta calibre 12 con la que fue ejecutado el 3 de julio pasado el secuestrado Jorge Manuel Ríos Barreto, de 24 años. Jorgito, como era conocida la víctima, fue secuestrado seis días antes de la estancia Dos Hermanos de Puentesiño. Su cuerpo apareció al otro lado del río Apa, ya en territorio brasileño.

Justamente, en la propiedad donde murió Elizandro Balbuena Maríz y se recuperaron ambas armas homicidas, ahora el presidente Mario Abdo Benítez va a mandar construir una casa a la mamá del citado secuestrador fallecido.

Sería como una especie de compensación, ya que otro hijo de la señora Liduvina, Laubrindo Balbuena Maríz, de 19 años, quien también integraba la ACA-EP, murió el 19 de noviembre pasado a manos de narcotraficantes en la zona del Parque Nacional Paso Bravo.

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Un premio

“Le pregunto a Marito. Si le secuestran y le matan a su hijo, ¿él le premiaría a esa gente? Porque entonces ahora lo bien está mal, y lo mal está bien. A mi hijo le llevaron de su casa. A mi hijo le llevaron. Le secuestraron. Le mataron. Y ahora les vamos a premiar. ¡Bravo!”, declaró la madre de Jorgito Ríos en ABC T V.

“No sé si reirme o si el Gobierna piensa que de esta manera va a tapar el abandono y la desidia de esa zona norte del país. Si esa es la manera, bueno, adelante. Políticamente, ¡bravo! Unos votitos más. Para nosotros es muy doloroso”, prosiguió la señora Barreto.

“Es un premio. Le secuestran, le extorsionan, le matan. Y le vamos a regalar una casa. Cómo le puedo llamar yo a eso”, se quejó de la decisión del presidente de la República.

La entrevistada también se quejó de que, por ejemplo, el Gobierno no le construyó casas a las familias de los policías asesinados por la ACA-EP, que realmente sí son muy necesitadas, según mencionó.

La señora se refería al suboficial principal Ramón Ávalos Pereira, de 42 años, asesinado el 1 de marzo pasado en el ataque a la comisaría de Puentesiño, y al hermano mayor de este, suboficial principal Dionisio Ávalos Pereira, de 44 años, ultimado por los mismos criminales el 3 de agosto en el ataque en la ciudad de San Alfredo.

Los hermanos policías Ramón Ávalos Pereira (con sombrero) y Dionisio Ávalos Pereira (con lentes), asesinados este año por la ACA-EP, pero cuya familia nunca recibió siquiera los pésames de Mario Abdo Benítez.

Solo en este 2021, la ACA-EP cometió 13 ataques en un periodo de seis meses. En total, mataron a tres policías y cuatro civiles y aparecieron en nueve estancias de los distritos de Arroyito, Horqueta, Paso Barreto, San Alfredo, Itacuá y Puentesiño, todos del departamento de Concepción.

Uniendo los puntos de cada ataque, la ACA-EP recorrió 516 kilómetros por casi todo el departamento de Concepción, sin que las fuerzas de seguridad hayan podido interceptar sus movimientos.

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