“La persistente sequía está acentuando la preocupación en el campo, la soja está yendo hacia un escenario no deseado, pero veremos cómo evoluciona; el domingo cayeron aguaceros solamente en Itapúa, pero muy dispersos. Veremos qué pasa este miércoles, pero ya estamos con un escenario muy complicado. -Nda iporäi esta amenaza- dice la frase musical patriótica. Se nos viene un desafío difícil del que no será fácil pasar”, manifestó el titular de la CAPy, Ing. Agr. Héctor Cristaldo.
Aunque algunos productores ya están hablando de porcentajes de pérdidas, Cristaldo evitó dar cifras, ante el todavía parcial desarrollo de la campaña agrícola y que las informaciones que se manejan son muy dispares y lo razonable es esperar las lluvias para luego poder hacer una estimación de las mermas en enero.
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A su vez, el presidente de la la Asociación de Productores de Soja y Oleaginosas y Cereales (APS), Eno Michels, confirmó que la sequía está poniendo a los agricultores en una situación que no es nada buena.
Por otra parte, según las observaciones del Instituto de Biontecnología Agrícola (Inbio) las condiciones de disponibilidad de agua en las unidades de suelos de siete departamentos monitoreados, presentan estados que se encuentran entre sequía (0-10% de humedad) y déficit leve (25- 50% de humedad). Detalla que el análisis, en la fase de desarrollo del cultivo, la totalidad de los suelos presentan estados deficitarios de humedad en relación a las necesidades hídricas de las plantaciones, por causa del escaso régimen pluviométrico, por las características físicas de los suelos y la alta evapotranspiración.
Respecto a los pronósticos de precipitaciones para los próximos días, el Inbio anuncia que hasta el 2 de enero del 2022 se espera una distribución de precipitaciones de rangos escasos a moderados en toda la extensión de la Región Oriental, pero mejor en el Alto Chaco con posibles acumulados que superarían levemente los 88 mm.
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