“Yo recibí una llamada hoy a las 6:00 en donde me dijeron que mi hijo estaba en una casa particular desde anoche y que si quería encontrarlo debía ir yo y una persona más. Si no cumplía con eso, iban a matar a mi hijo. Fuimos entre dos y le encontré a mi hijo en una cama”, dijo David Reimer con la voz entrecortada por la emoción.
Peter fue liberado en una comunidad indígena llamada Jeroky Roka, ubicada cerca de la Colonia La Yeya, a apenas 10 kilómetros de distancia del sitio donde fue secuestrado el pasado 6 de diciembre.
En otro momento de la primera entrevista que concedió al corresponsal Omar Acosta, don David agradeció a todos los miembros de su comunidad por ayudarle a recolectar los víveres y así cumplir con las exigencias del grupo criminal EPP. También agradeció a las personas que recibieron los alimentos en nombre de su hijo.
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“Gracias a todos los que me apoyaron con los víveres. Gracias a Dios porque estamos bien. Me indicaron que hice en tiempo y forma la entrega de los alimentos, por eso liberaron a mi hijo”, dijo el padre.
Peter está agotado y necesita descansar
Agregó que Peter le contó que desde que fue secuestrado no se pudo bañar, por lo cual deseaba asearse y poder descansar un poco.
“Él no está golpeado, camina bien, de salud está bien, pero de ánimo no. Está muy agotado en ese sentido. Me dijo que quería bañarse porque desde que le secuestraron no lo hizo; quería bañarse y descansar un poco”, mencionó don David Reimer.
En la comunidad menonita Río Verde, de donde es la familia Reimer, ya se diseminó la noticia de la liberación y comienzan a llegar para celebrar. Hay un ambiente de júbilo y sobre todo llegan para compartir la alegría con Peter y su familia, informó el corresponsal Omar Acosta.