Esta mañana se llevó a cabo una serie de allanamientos en torno al presunto caso juicio ficticio del cual fue víctima la familia Sopeña. Uno de ellos fue llevado a cabo en la casa de Mouriel Vera, quien es actuaria judicial del Juzgado de Paz de donde supuestamente salió la orden de desalojo contra la familia que denunció el hecho punible.
La fiscala Sandra Ledesma confirmó que la mujer es sobrina de la jueza de paz cuya firma figuraba en la orden de desalojo, María Luisa Vera, quien falleció hace ocho meses. “Se incautaron varias documentaciones y algunos oficios firmados en blanco, ya con la firma de la jueza fallecida”, detalló la agente del Ministerio Público.
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Una asociación criminal
Según Ledesma, ya se constató que muchas personas están involucradas en el trasfondo jurídico de este caso. “Sería una rosca para obtener inmuebles; la manera en la que la obtienen es la que hay que investigar. No sabemos todavía quiénes son las personas involucradas”, sostuvo.
“Es una causa bastante interesante, creo que vamos a destapar una asociación criminal que se encuentra tratado de obtener inmuebles ilícitamente”, reiteró en contacto con ABC Cardinal.
En otro momento, resaltó que ya tuvo acceso a algunos sumarios administrativos con los que ya cuentan los funcionarios individualizados. “Y ya hay varias denuncias inclusive de la misma jueza que falleció, ante la Corte Suprema, donde la misma denunciaba que se estaba falsificando su firma”, detalló.
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Antecedentes del caso
Hace dos semanas, Mariano Sopeña (26), su madre y hermano menor fueron sorprendidos con una orden de desalojo emitida desde el Juzgado de Paz de Catedral 1, Asunción, como resultado de un supuesto juicio entre Ema Nilza Turo Martínez (presunta nueva dueña) y Formasa SA (empresa familiar de Sopeña).
De acuerdo a lo manifestado por el abogado Marcos Bogado, representante de la familia Sopeña, el expediente judicial nunca existió en el citado Juzgado; por ende, el juicio es ficticio, según aseguran los afectados.
Esta mañana, la fiscalía llevó a cabo dos allanamientos, uno de ellos en la propia vivienda que fue presuntamente despojada. En el lugar se constató que los supuestos ocupantes ilegales mandaron demoler parte de la casa y ya se talaron añosos árboles de trébol y lapacho, además de la remoción de tierra para hacer desaparecer una naciente.
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