Los tiempos difíciles se vieron reflejados en la villa serrana

Imágenes de devotos que calan hondo se vieron en Caacupé. En medio de la peregrinación, Mons. Ricardo Valenzuela exhortó en su carta que “Organicemos la esperanza, recogiendo las lecciones de la pandemia”.

Numerosos jóvenes oraron entre lágrimas ante la imagen de la Virgencita Azul.ARCENIO ACUÑA
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Desde el vendedor de diversos artículos que busca recaudar para pasar las fiestas de fin de año con pan y sidra en la mesa; el joven, el padre de familia y la abuela en posición de profunda oración, elevando plegarias entre lágrimas.

Renovación de fe y esperanza en la Virgen y su hijo: Jesucristo.

De alguna forma reflejaron los tiempos de crisis que enfrenta nuestro país. El obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, en su Carta al Pueblo paraguayo lanzó una propuesta para empezar a transformar esta realidad: “Organicemos la esperanza, recogiendo las lecciones de la pandemia”.

Los vendedores procuraron ingresos para la cena de las fiestas de fin de año.
En medio de compatriotas rendidos por el cansancio en la plazoleta y con velas encendidas, este devoto eleva plegarias a Tupãsy Caacupé.
Este devoto peregrinó para pedir la libertad de los secuestrados por el EPP.
Plegaria juvenil ante el altar de la Virgencita Azul.

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