La senadora colorada Lilian Samaniego, una de las principales impulsoras del proyecto de ley del servicio diplomático y consular, sostuvo la necesidad de modernizar y adecuar la diplomacia de nuestro país.
Defendió el proyecto contra las críticas de algunos sectores de la Cancillería que sostenían que la ley habilitaría al ingreso masivo de “recomendados” políticos.
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Samaniego sostuvo que no era cierto y que para todos los ingresos se mantenían el sistema de concurso de oposición.
No obstante, el artículo 122 del proyecto faculta al Poder Ejecutivo para incorporar “por única vez” al Escalafón Administrativo, Profesional y Técnico de la República del Paraguay, en el rango y antigüedad que corresponda a todos los funcionarios permanentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, que se encuentren prestando servicios en la Cancillería o en el servicio exterior.
Al respecto, la senadora Georgia Arrúa (PQ) planteó que el proyecto debía tener dictamen de la comisión de Hacienda, dado que la incorporación de los funcionarios tendría un impacto presupuestario importante. Esto fue negado por Samaniego, pero sin dar detalles.
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Arrúa y su colega Sergio Godoy (ANR-HC) pidieron la postergación para considerar algunas modificaciones que se hicieron al proyecto de las que la comisión de Legislación recién tuvo conocimiento el miércoles. En contrapartida, Samaniego propuso la aprobación en general y la postergación por una semana, opción que se impuso por 24 votos a 12.
El senador colorado Arnaldo Franco realizó una encendida defensa de los cupos políticos señalando que varios embajadores que no eran de carrera fueron los que mejor papel desempeñaron, especialmente en tiempo de la pandemia de covid-19.
Según los proyectistas, actualmente no existe igualdad de oportunidades para ingresar a la diplomacia y existe una elite de privilegiados.