Sergio Daniel Giménez Rodas fue asesinado de varias puñaladas dentro de Tacumbú, donde vivía como un pasillero, es decir, que ni siquiera tenía una celda asignada.
El presidiario vino trasladado desde la penitenciaría regional de Pedro Juan Caballero apenas el martes último, por motivo de acercamiento familiar, según dijo la ministra de Justicia, Cecilia Pérez.
Efectivamente, la familia de Sergio vive en 40ª Proyectada y México, barrio Santa Ana, justo detrás de Tacumbú.
La que más procuraba por él era su madre, quien también tiene presos a sus otros dos hijos.
Los tres hermanos supuestamente fueron muy problemáticos desde muy jóvenes. De hecho, el ahora fallecido acumulaba detenciones desde que era adolescente.
Su última detención
Sergio cumplía una condena de siete años por robo agravado. La sentencia fue dictada el último fin de año y confirmada por un Tribunal de Apelación, aunque el defensor público que lo asistía, Matías Garcete, volvió a recurrir ese fallo que ahora debía ser confirmado o rechazado por la Corte.
Sergio Daniel Giménez Rodas fue apresado el 4 de mayo de 2018, cuando con otro cómplice atacaron bajo la modalidad de “peajeros” a un hombre que caminaba por la zona del club Sport Colonial, entre los barrios Obrero y Tacumbú.
Como la víctima no tenía dinero, Sergio le arrebató la cadenilla y corrió. El atacado persiguió al “peajero” y lo alcanzó a unos metros, hasta que el delincuente sacó un puñal y lo hirió.
Inmediatamente después, los vecinos de la zona se organizaron y “cazaron” al marginal, quien luego de una golpiza fue entregado a la Policía.
Maltratos
El representante legal de Sergio, el defensor público Matías Garcete, reveló que llegaron a hacer varias denuncias por los maltratos que el citado interno decía recibir en Tacumbú.
De hecho, cuando aún compartía prisión con uno de sus hermanos, ambos fueron supuestamente agredidos y por eso terminaron trasladados. Sergio fue llevado a Pedro Juan Caballero y su hermano a Cambyretá.
De ninguna facción
Según datos recabados ayer por la Policía, el prisionero asesinado no formaba parte del PCC ni del clan Rotela, por citar las facciones más importantes que operan en las cárceles.
Sin embargo, algunos de los agentes advirtieron que como venía de Pedro Juan Caballero, lo pudieron haber relacionado con el PCC, que domina ese reclusorio.
En Tacumbú, en cambio, el que abiertamente manda es el líder del clan Rotela, Armando Javier Rotela Ayala, hasta quien no llega ni siquiera el director del penal si el citado reo no lo autoriza. El traslado de Rotela de Tacumbú nunca pudo ser ejecutado por las autoridades del Ministerio de Justicia.