María Edith Bordón de Debernardi, cuando eso de 41 años de edad, fue secuestrada el viernes 16 de noviembre de 2001, a las 09:15, cuando iba a subir a su camioneta Jeep Grand Cherokee, con matrícula ABA890, luego de hacer una caminata en el parque Ñu Guasu de Luque.
El ingeniero Antonio Debernardi (ya fallecido), esposo de la víctima, reveló posteriormente que se pagaron US$ 1.000.000 por el rescate, en dos pagos efectuados el 14 y el 18 de enero de 2002, aunque la familia recuperó US$ 50.000 de la casa de uno de los prófugos por la causa, Víctor Antonio Colmán Ortega, y otros US$ 350.000 que devolvió el que después fue usado como testigo, Marcos Álvarez.
María Edith, conocida en su círculo familiar como Nika, fue liberada con los ojos vendados en la madrugada del martes 19 de enero de 2002, sobre la avenida Denis Roa de Asunción, tras permanecer 64 días en cautiverio en una casa situada en la calle Mencia de Sanabria N° 313 casi Yataity Corá del barrio Palomar.
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Fue el primer secuestro cometido por el incipiente grupo terrorista que ahora se hace llamar Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), pero que en aquella época era una especie de brazo armado del Partido Patria Libre (PPL).
De hecho, un año antes, los mismos criminales intentaron secuestrar al recientemente fallecido político colorado Óscar González Daher, pero un grupo de patrulleros de la comisaría 6ª de Asunción frustró el plagio al enfrentarse a tiros contra los delincuentes en plena avenida Mariscal López.
Todos los involucrados
Por el secuestro de Debernardi fueron condenados José Tomás Rosa, a 8 años 6 meses; De Los Santos Saldívar, a 7 años; Nidia Grisel Espínola de Rosa, a 5 años; Alcides Osmar Oviedo Brítez, a 18 años; Carmen María Villalba Ayala, a 18 años, y Aldo Damián Meza Martínez, a 18 años.
Solo estos tres últimos permanecen encerrados todavía y además con otras elevadas sentencias en contra.
Por otro lado, continúan oficialmente prófugos Juan Francisco Arrom Suhurt, Anuncio Martí Méndez y Víctor Antonio Colmán Ortega, quienes actualmente gozan de refugio político en Finlandia, luego de permanecer durante años en Brasil y luego un breve periodo en Uruguay, donde incluso estuvieron presos.
Dos de los procesados por el secuestro de Debernardi ya murieron.
Ellos son Gilberto Chamil Setrini Cardozo, supuestamente abatido e 2005 en Hugua Ñandu, y Severiano Martínez, eliminado por la Policía en 2010 en el Chaco.