Cubilla dijo que hay que creer en la ciencia aunque existan los incrédulos. “El movimiento antivacuna es grande y abarca muchos países, de primer mundo, segundo y tercero. Notablemente las poblaciones afectadas por esta, que esto que yo llamo ‘enfermedad’ de ser antivacuna, son diferentes en todos los países y diferentes culturas. En algunos se politizaron y de ahí la gravedad de este fenómeno porque afecta a los fundamentos mismos de la vacuna. El descubrimiento de estas vacunas dentro del ámbito científico se considera como uno de los grandes logros tecnocientíficos”, manifestó.
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“Si bien las ideas ya estaban puestas, que salieron de Pasteur y otros, las tecnologías que permitieron desarrollar estas vacunas rápidas son todas de índole nueva y de manipulación genética que también es un tema tabú”, añadió.
Capacidad de protección
En cuanto a la protección que da la vacuna, indicó: “La capacidad de la vacuna de generar los anticuerpos necesarios que eviten la infección es entre el 40% y 90%, no hay un 100%”.
“La vacuna actúa con dos mecanismos, hay dos tipos de inmunidad, la humoral (la de la sangre, la producción de anticuerpos) y la otra es la inmunidad celular, que es más compleja, de más largo alcance. Son dos elementos que están actuando en tiempos diferentes, en reacciones diferentes y con huéspedes diferentes. En uno, la inmunidad celular es muy fuerte en un paciente, en el otro no y eso explica la diferencia entre los pacientes”, explicó.
La ciencia es cambiante
Ante los tantos cuestionamientos a la ciencia y la vacuna, el profesional sostuvo: “Se está aprendiendo sobre la capacidad del cuerpo para generar anticuerpos o para generar inmunidad celular, recién ahora se está aprendiendo y por eso hay un conocimiento cambiante. La ciencia es así, tiene un conocimiento que no es estable, es cambiante, no quiere decir que el otro estuvo equivocado, sino que aparecen mayores conocimientos con mayores datos y mayores experimentos”.
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“Lo que estamos sabiendo y es preocupante es que es corto el periodo de inmunidad de un paciente, ya sea vacunado o enfermo con el covid- 19 de manera más natural. Los periodos son cortos, no es como el sarampión u otra enfermedad con la que con una vacunación periódica uno está totalmente protegido, acá (con el covid-19) hay que estar probablemente revacunando y ya se está vacunando, vino la segunda, tercera dosis y se habla de una cuarta dosis. Eso quiere decir que el periodo de inmunidad por el momento no es lago, y eso dificulta el manejo epidemiológico”, indicó.
Recordó que en Estados Unidos, con el rebrote que hubo, de los internados, el 90% de ellos son no vacunados, con eso se ve la proporción de cómo el virus se desplaza más cómodamente en pacientes no vacunados que en los vacunados, por lo que los médicos insisten en la vacunación.