César Barreto reclamó que las reformas fueron y siempre son promesas sin convicción ni compromiso, y que lastimosamente se proponen en un momento para salvar una coyuntura política difícil o lograr el apoyo en alguna otra ley importante para los políticos. “Tal vez en situaciones extremas se pueda avanzar en ellas”, lamentó el economista y exministro de Hacienda.
A mediados del 2020, en plena pandemia, el Gobierno intentó contener las críticas al plan de endeudamiento del país con el reflote del plan de reforma estatal para mejorar la estructura del gasto público a través de una ley de servicio civil y de compras públicas, y el mismo debía ser coordinado por el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez.
Gran parte de la deuda (US$ 1.600 millones) fue para mantener salarios del funcionariado público, mientras el sector privado cerraba empresas y negocios.
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Específicamente, US$ 553 millones fueron para “asegurar el funcionamiento del Estado”, con salarios, pensiones y subsidios. A más de un año de esa promesa, poco y nada fue el avance y estamos cerrando este 2021 con un presupuesto que mantiene en esencia los mismos vicios.
Misma estructura en presupuesto
Al respecto, César Barreto opinó que el presupuesto sigue teniendo la misma estructura. “Los parlamentarios buscan crear cargos y gratificaciones para funcionarios, más aún en tiempos electorales como este, sin considerar adecuadamente el impacto en los servicios públicos”, expresó el economista.
Además lamentó que para poder financiar el incremento de estos gastos salariales no previstos por el Ministerio de Hacienda, se estén sacando recursos de importantes programas del Fonacide o el FEEI.
“Modifican el presupuesto sin un sustento técnico, lo cual es gravísimo, abultan los ingresos o utilizan cualquier otra maña para cumplir con su objetivo”, advirtió el extitular de Hacienda.
Así como está el escenario político actualmente, Barreto no tiene muchas expectativas en que el Senado logre revertir lo aprobado por Diputados sobre el proyecto de Ley del Presupuesto General de la Nación 2022.
“Vamos a ver qué pasa en el Senado, pero no tengo muchas expectativas”, añadió el economista.
El Presupuesto para el año 2022 aprobado en Cámara Baja fue la versión de la Comisión Bicameral de Presupuesto con modificaciones; esta versión recorta recursos del FEEI y otros programas para financiar el aumento de los gastos rígidos, mayormente para salarios y nuevos cargos. El plan propuesto por el Ejecutivo contempla un PGN de G. 92 billones (unos US$ 13.000 millones).
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