Fuentes judiciales indicaron que el director general de Auditoría de Gestión Jurisdiccional, abogado Rodolfo Heyn, arribó esta mañana a Coronel Oviedo, acompañado de un equipo de cuatro auditores, para realizar una auditoría general en el juzgado penal de Ejecución de Sentencias de la referida ciudad.
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Según los datos, además de interiorizarse de los expedientes del narcotraficante Víctor Brítez Aranda, alias Chapaló -quien estuvo a punto de ser beneficiado con la prisión domiciliaria el viernes último- el equipo de auditoría verificará los demás expedientes tramitados en dicho juzgado.
Heyn regresa hoy a la capital con el expediente del “escándalo”, mientras que tres auditores permanecerán para hacer el relevamiento y análisis de los expedientes en trámite, tarea que podría extenderse hasta el jueves de esta semana, inclusive.
El juzgado de ejecución está a cargo de la jueza penal Diana Barrios, pero en el caso específico del narco “Chapaló” la que firmó la orden de prisión fue la jueza penal de sentencia Ninfa Torres. Esto se debe a que Barrios ya se había inhibido del expediente en mayo pasado, por lo que ante la solicitud de la defensa, Torres atendió el caso de manera interina.
La orden correspondiente –el Auto Interlocutorio N° 73– fue firmada por la jueza penal de sentencia Ninfa Torres de Ramos, el 11 de noviembre de 2021 y disponía otorgar la prisión domiciliaria al interno condenado Víctor Brítez Aranda, por un plazo de tres meses a partir de la fecha señalada.
Añade el documento judicial que “transcurrido dicho plazo el mismo debe presentarse en la Penitenciaría Regional de Coronel Oviedo, sin necesidad de interpelación judicial”.
La resolución se funda en indicaciones hechas por los médicos forense y de cabecera, de que Brítez debe recibir tratamiento a sus “afecciones crónicas de diabetes, hipertensión arterial, artrosis, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y ginecomastía (aumento de tejido de las glándulas mamarias en niños u hombres) bilateral”, para esta última –según las indicaciones médicas– debe someterse a una cirugía.
La notificación encendió la alarma en esferas del Ministerio de Justicia y del Ministerio Público, en atención a la peligrosidad del condenado y la posibilidad de que aproveche la situación para escapar.
Tras recibir el oficio correspondiente, antes de dar cumplimiento a la disposición judicial, autoridades del Ministerio de Justicia contactaron con la Corte para exponer su preocupación por la decisión, que para entonces ya había ganado estado público.
Sorpresivamente, ya en horas de la tarde, la magistrada retiró el oficio correspondiente.
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“Chapaló” está sindicado como jefe de una organización internacional que traía droga de Bolivia y la transportaba al Brasil, vía aérea y terrestre que según los investigadores, comercializaba unos 500 kilos de cocaína por mes en la zona de Tres Fronteras.
El narcotraficante fue detenido en la mañana del 4 de abril del 2014, en el marco de la Operación “Valentine”, mediante el cual agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), en allanamientos simultáneos efectuados en Ybycuí y Ciudad del Este, desbarataron la estructura criminal.
Chapaló fue detenido en su lujosa residencia del Paraná Country Club de Hernandarias. En otros dos allanamientos realizados en forma simultánea a dos propiedades suyas, una en Coronel Oviedo, y en otra en Ybycuí (Paraguarí) los antidrogas incautaron 309 kilos de cocaína, varios vehículos y fueron detenidos ocho supuestos miembros de una poderosa organización dedicada al narcotráfico.
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Actualmente tiene dos condenas: una de 26 años de cárcel por narcotráfico y otra por lavado de dinero, en la que además de 3 años de pena privativa de libertad, se dispuso el comiso de once propiedades.
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Granja vip “mau”
El 17 de junio de 2019, un día después de que se haya registrado la masacre del Primer Comando Capital (PCC) contra integrantes del clan Rotela, entre la población común de la cárcel de San Pedro de Ycuamandyyú, se descubrió que Víctor Brítez Aranda y el también narcotraficante Ángel Tranquilino Giménez, vivían en una granja vip “mau”, fuera del recinto penitenciario.
El referido sitio, fue construido con los propios recursos de los narcotraficantes presos en dicha penitenciaría. Fuentes indicaron que los “reclusos” ahí instalados, lejos de los rigores de la prisión, vivían “a cuerpo de rey” e incluso hacían vida social en horas de la noche, en distintos locales de la zona.
El escándalo derivado del hallazgo del “refugio vip” de los narcos motivó la destitución y posterior procesamiento del director del penal, en el que también fue incluido el juez que otorgó la orden correspondiente.