Se trata de un cargamento de 697 kilos de cocaína, que probablemente formaba parte de un envío total de unas cinco toneladas, aunque el resto de la droga no pudo ser encontrada aún.
La mercancía ilegal fue descubierta el viernes 29 de octubre pasado en el puerto de Leixões, en el municipio de Matosinhos, 320 kilómetros al norte de Lisboa, la capital de Portugal.
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Según publicaciones locales, la droga fue encontrada al ser abierto un contenedor de 40 toneladas cargado con bolsas de maíz vegetal.
Ese contenedor fue escaneado cuatro días antes, es decir, el 25 de octubre, cuando se descubrió que presentaba algunas irregularidades en la forma, por lo que se planeó esperar a los dueños de la mercancía para atraparlos cuando retiraban la carga.
Sin embargo, como nadie se presentó a reclamar la mercadería, porque seguramente ya estaban al tanto de la investigación, las autoridades portuguesas abrieron el contenedor y sacaron la cocaína.
Ese contenedor contaminado llegó a Portugal el 18 de octubre, aunque salió de Paraguay el 20 de agosto.
El narcocontenedor, aparentemente, fue embarcado en el Puerto Seguro Fluvial de Villeta, ciudad que queda 35 kilómetros al sur de Asunción, la capital de nuestro país.
En el puerto donde ocurrió la incautación, los medios portugueses recogieron la información de que el contenedor contaminado y otros tres que también estaban llenos de maíz vegetal fueron enviados por la empresa Agroforestal Tacuatí SA de Paraguay, aunque por encargo de la firma productora RS Cereais de Brasil.
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La empresa paraguaya tiene como últimos directivos registrados a Franz Friesen Peters, Elwen Zacharías Kauenhofen y Katharina Friesen Wiebe.
El despachante que gestionó el envío en nuestro país es un tal Rubén Darío Riveros.
Presuntamente, este alijo de más de media tonelada de cocaína formaba parte de un envío más grande, pero que no pudo ser capturado aún.
Solo un día después
La incautación de los 697 kilos de cocaína en el puerto de Leixões, en Portugal, sucedió coincidentemente solo un día después de que cayera otra gran carga de 4.178 kilos de cocaína en el puerto de Róterdam, en Holanda, que es la principal provincia de Países Bajos, siempre en Europa.
En este último caso, el circuito que hizo la droga mimetizada entre bolsas de soja se inició el 27 de agosto pasado, cuando zarpó del Puerto Seguro Fluvial de Villeta el buque Care II, que recorrió 1.500 kilómetros hasta el Puerto de Montevideo, en Uruguay, donde llegó el 21 de setiembre.
Los contenedores que después llegarían a Europa con drogas estuvieron en ese lugar hasta el 4 de octubre, cuando hicieron trasbordo al buque Capitán San Lorenzo, en el que viajaron 1.800 kilómetros hasta el Puerto de Santos, en Brasil, donde llegaron cinco días después, el 9 de octubre.
La embarcación volvió a zarpar el 11 de octubre y recorrió 8.000 kilómetros por el Océano Atlántico hasta el Puerto de Casablanca, en Marruecos, país africano al que arribó el 22 de octubre.
Al día siguiente, el 23 de octubre, el buque Capitán San Lorenzo volvió a salir de Marruecos y viajó 2.700 kilómetros hasta el Puerto de Róterdam, donde llegó cuatro días después, el 27 de octubre.
Solo 24 horas después de llegar a Holanda, los contenedores enviados desde Paraguay con soja fueron abiertos y encontrados adentro de ellos nada menos que 4.178 kilos de cocaína. Eso sucedió el 28 de octubre.
Los panes de cocaína que probablemente fueron embarcados en Paraguay y que fueron incautados y destruidos en Holanda tenían la imagen de perros de la raza Corso, que sería el sello distintivo de la organización que produce la droga.
Extrañamente, las autoridades de Aduanas, Ministerio Público o Senad hasta ahora no quisieron suministrar datos sobre los remitentes de los contenedores contaminados, aunque ayer trascendió que la responsable de este envío interceptado en Holanda sería la firma Guaraní Business Import & Export SA, que funciona en Mariano Roque Alonso.
Los últimos accionistas inscriptos de esta firma son Tomás Francisco Vargas Caballero y Abercio Javier Román Jara, aunque esta nómina pudo haber variado.
Agroforestal Tacuatí SA busca aclarar esta irregularidad
La empresa Agroforestal Tacuatí SA, en comunicación con ABC, expresó que, al enterarse de que un contenedor estaba roto y se había encontrado droga, procedieron a realizar la denuncia ante la Senad y la Aduana y están a disposición de la justicia para aclarar esta irregularidad. “Estamos muy preocupados porque la empresa solo se dedica a la exportación”, expresó su representante.
Denunció además que llama la atención de que el cliente de RS Cereais de Portugal, a pesar de en un contenedor se haya encontrado droga, el cliente siguió pidiendo presupuesto para el envío de productos en el país europeo. “Hoy nos pidió dos contenedores de maíz y dos de harina”, alegó.
Según manifestó el representante de la empresa, acordar el envío de los productos a través de contenedores se volvió difícil por el aumento de precio del flete en todo el mundo; sin embargo, este cliente portugués no tiene inconvenientes en el pago de los envíos de los productos, aseveró.
La empresa ya había enviado 15 contenedores a Portugal. La carga de los productos, el precintado y el envió de los contenedores pertenecientes a la empresa Agroforestal Tacuatí SA se realizan en la ciudad de Tacuatí, departamento de San Pedro, justamente para que los productos lleguen de manera óptima, según informó.