La mujer relata, que su madre adoptiva le había comentado en su lecho de muerte, de que ella era una hija adoptiva y que busque a sus familiares en la ciudad de Pilar en Paraguay. Para ello le dio nombres de los sacerdotes Federico Shiavon y Atilio Cordioli y el Dr Ortiz, quienes fueron los que hicieron los trámites para la adopción en aquella época.
Dijo que su papá adoptivo era el encargado de capacitar a los funcionarios de la fábrica ciclo mecánica que funcionaba en la ciudad de Pilar en ese entonces. “Me siento orgullosa de ser Suramericana” dijo entre lágrimas la mujer.
Apareció quién sería su hermano
José Domingo Benítez, es la persona que nos comunicó que la mujer Enrica Locatelli, sería su hermana ya que los datos proporcionados coinciden exactamente.
Dijo que su madre la señora Virginia Benítez (+) tuvo mellizos en ese año, un varón a quien llamó Digno y una mujer a quien le puso como nombre María Digna, pero ninguno fueron inscriptos en el registro y ambos nacieron con una partera empírica en el lugar llamado Lodo’y, Costa Rosado, distrito de San Juan Bautista de Ñeembucú.
Explicó que supuestamente el varón había fallecido luego de nacer, por que a su madre le agarró derrame y había caído encima de la criatura de cuya consecuencia falleció y que según su hermana mayor de Nombre Baldomera Benítez que actualmente vive en Buenos Aires ( Argentina) le confirmó que fue ella quien llevó a su hermanita de apenas 40 días a entregar al sacerdote Atilio Cordioli y al Dr Milciades Ortiz, quienes se encargaron de los trámites de adopción al matrimonio Locatelli.
Aclaró que los 5 hermanos fueron criados con diferentes familias ya que su madre era de escasos recursos económicos en la época y con una enfermedad encima no podía darle la debida atención.
Según nos relató Filomena Pérez Da Rosa, una docente jubilada, conocida de la familia, que en aquella época el sacerdote italiano Atilio Cordioli frecuentaba mucho la casa de la familia Pérez en Lodo’y, Costa Rosado. La mamá de José Domingo trabajaba con la familia Pérez en aquel entonces, por lo que ella cree que los datos coinciden.
Desde Bergamo (Italia) en donde reside Enrica Locatelli, nos indicó que esta muy emocionada. “Espero mucho que él sea mi hermano, trato de no engañarme, pero le tengo cariño a él y a su familia”, indicó la mujer.
Aclaró que ya están esperando la prueba de ADN, pero que a la vez se siente triste “por que mi mamá si es ella, esta muerta, y una cosa queda inconclusa el abrazo de la mamá y sus caricias”, comentó resignada.