La audiencia se realizó, como escalón previo al un eventual juicio oral y público, en el marco del requerimiento de comiso autónomo hecho por los fiscales Fabiola Molas, Elva Cáceres, Ysaac Ferreira y Eduardo Royg, de la Unidad Especializada en Lucha contra el Narcotráfico, sobre los bienes de Zulma Ramona Dávalos, quien tenía una causa penal abierta en el país por tráfico de drogas.
En la misma también estuvo presente Alexis Ramón Rojas Dávalos, hijo en común entre Zulma y Tomás, quien estuvo acompañado de su abogado Filemón Meza, específicamente para reclamar sus derechos sobre los inmuebles indicados por los agentes del Ministerio Público.
Esta diligencia, es la primera que se realiza dentro de la vigencia de la Ley N°6431/2019 “Que crea el procedimiento especial para la aplicación del comiso, el comiso especial, la privación de beneficios y ganancias y el comiso autónomo”.
Ahora la jueza penal de garantías Clara Ruíz Díaz -según el artículo 15° de la ley- tiene tres días para resolver si eleva o no a juicio oral y público el caso para el comiso de los cuatro bienes, tras los puntos planteados tanto por los representantes del Ministerio Público como por el hijo del narco Tomás Rojas Cañete, alias Toma’i.
Dicho órgano legal establece en su artículo 3° que “El Ministerio Público tendrá la acción para solicitar la privación de los beneficios y ganancias provenientes de un hecho antijurídico. Esta acción es pública, de carácter real y de contenido patrimonial, podrá ser ejercida incluso sin la declaración de reprochabilidad”.
En tal sentido, este organismo jurídico posibilita que el Ministerio Público pueda solicitar el comiso autónomo de un inmueble, es decir, que esta acción penal se realice de manera paralela y separada de la causa principal. De esta forma, el juez puede resolver que el bien pase a manos del Estado sin que se precise de una condena sobre el propietario del mismo, pues el comiso está separado de la otra causa.
Réplica de la Basílica de Caacupé, entre los bienes
Entre los bienes señalados por los fiscales de la unidad antidrogas está la Finca N° 20744 consistente en una cancha sintética, la Finca N°14707 consistente en una cabina telefónica, ambas en el distrito de Ciudad del Este, capital del departamento de Alto Paraná.
De la misma forma se identifica la Finca N° 21082, que consiste en un edificio réplica de la Basílica de Caacupé, que cuenta con una superficie de 645 m2. Este inmueble también se ubica en la capital del departamento de Alto Paraná.
El Ministerio Público también pide el comiso de otro establecimiento rural denominado “Granja Santo Tomás” ubicado en Juan León Mallorquín, todos estos inscriptos a nombre de Zulma Ramona Dávalos de Rojas.
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Narcopareja
De acuerdo con los antecedentes sobre las operaciones de Zulma Ramona Dávalos y su esposo Tomás Rojas Cañete, estos llevaban a cabo sus actividades ilícitas junto con otros varios sujetos más. La organización que lideraba la pareja se dedicaba a distribuir cocaína desde Paraguay al extranjero, preferentemente Brasil.
De esta forma, el grupo realizaba la adquisición de la sustancia de los países productores dentro de la región, para su posterior introducción al territorio nacional, donde la procesaban para finalmente comercializarla a países del exterior, Brasil entre ellos.
En la estructura de la banda, Tomás Rojas era el líder, él era quien impartía órdenes a los integrantes, además era quien decidía los precios para la comercialización de las sustancias. Todo esto desde una de sus propiedades ubicadas en Ciudad del Este.
En cuanto a Zulma Dávalos y los demás participantes, utilizaban varios inmuebles para el desarrollo de las operaciones, una de ellas era la sede del club Acosta Ñu, una asociación que estaba presidida por su esposo que era utilizada para el acopio de la droga.
De la misma forma los integrantes de la banda usaban una quinta ubicada en el barrio Ñasaindy de Ciudad del Este, así como la granja de Juan León Mallorquín, para acopiar las sustancias.
Operativos
En 2011, entre los días 3 y 4 de setiembre, agentes fiscales registraron varios inmuebles, efectivizando varias órdenes de allanamiento. En una de las operaciones el por entonces fiscal Francisco De Vargas, intervino la estancia y el club “Acosta Ñu”, donde incautaron 101,235 kilos de cocaína y lograron la detención de tres integrantes de la banda.
Por su parte el fiscal Jorge Kronaweter allanó otra cancha de fútbol de césped sintético, propiedad de Toma’i, donde fueron detenidos el propio patrón de la red y nueve personas más con 1,025 kilos de cocaína.
Ya en juicio oral el Tribunal de Sentencia declaró el 10 de setiembre de 2015 probados los presupuestos de punibilidad de las conductas de los condenados Tomás Rojas Cañete y los otros sujetos, sobre los hechos punibles de tenencia, tráfico y comercialización de sustancias, lavado de dinero y asociación criminal.
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En tanto que a la esposa del narco Toma’i condenado a 30 años de cárcel, Zulma Ramona, la misma fue imputada y se ordenó su detención. Sin embargo, como no se pudo hacer efectiva la misma, se declaró su rebeldía. En ese tiempo la misma ya había escapado al Brasil, donde permaneció oculta bajo la identidad de Zulma Segovia, que constaba en un documento brasileño falso.
La mujer fue ultimada a tiros por sicarios el 4 de julio de 2020, a las 16:30, mientras estaba sentada en el frente de una casa de Foz de Iguazú.