Inseguridad: roban hasta caños de cobre de acondicionadores de aire

Los robos bagatelarios son moneda corriente en Asunción y nada se salva de los delincuentes que se llevan todo lo que encuentran a su paso. Una modalidad que cobra vigencia es el hurto de los caños de cobre y cables de los acondicionadores de aire. Reparar el daño y reponer los accesorios del equipo puede costar más de G. 200.000.

Ciudadanía trata de proteger como pueda sus acondicionadores de aire.Arcenio Acuña Rojas
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A la ola de inseguridad en Asunción se suman las cuantiosas denuncias por hurto de todo tipo de articulos y objetos de valor.

Una nueva “moda” entre los delincuentes es robar los caños de cobre y los cables de los acondicionadores de aire, especialmente de los negocios o locales que colocan los motores de estos en la calle.

Ante las reiteradas ocasiones en las que fueron víctimas de dichos robos, la ciudadanía comenzó a proteger los aparatos con la colocación de rejas y alambres de púa, pero muchas veces estos “dispositivos de seguridad” son fácilmente sobrepasados por los delincuentes.

Los caños de cobre extraídos son vendidos por G. 30.000 o G. 40.000 el kilo, en la mayoría de los casos son reducidos por jóvenes adictos a las drogas.

Acondicionadores de aire: roban los caños de cobre.

Numerosas denuncias semanales

Desde la Comisaría 3ra. del Área Metropolitana comentaron que, sobre este tipo de ilícitos, tienen entre tres a cuatro denuncias a la semana y que al menos nueve de cada diez aprehendidos por dichos hurtos son liberados.

Por su parte, el comisario Alcides Cantero, jefe de Seguridad Ciudadana de Asunción, mencionó que las denuncias por robos bagatelarios pueden realizarse en las comisarías jurisdiccionales. También acotó que a la sustracción de caños de cobre ahora se sumó el hurto de los cables de los equipos.

Además, afirmó que se reciben las denuncias en las dependencias policiales y se derivan al Miniterio Público, quedando a criterio de los fiscales la sanción para los infractores.

Lo que dice la ley

El artículo 172 del Código Penal refiere que al tratarse de hechos bagatelarios, cuando la apropiación o el hurto previsto es de una cosa de valor menor a diez jornales, “la persecución penal del hecho dependerá de la instancia de la víctima, salvo que, a criterio del Ministerio Público, un interés público especial requiera una persecución de oficio”.

Al respecto, el fiscal Giovanni Grisetti explicó los puntos a ser considerados por el Ministerio Público para proseguir con causas sobre hechos bagatelarios. En principio, precisó que la víctima debe instar el procedimiento, es decir, debe pedir que se abra una causa y se desarrollen las investigaciones.

Luego de tipificarse el delito como “bagatela”, se debe analizar si la conducta está justificada o no, y posteriormente considerar la punibilidad. “Primero se debe establecer que el hecho sí ocurrió, que la persona tuvo dolo de sustraer la cosa/mueble ajena”, expresó.

Igualmente, indicó que se debe establecer el valor del artículo sustraído. Este punto, muchas veces, define si la víctima insta al procedimiento o no.

El fiscal también explicó que para dichos delitos se establecen como penas desde cinco días de multa (el valor de cinco jornales mínimos) hasta cinco años de privación de libertad.

Acondicionadores de aire: roban los caños de cobre.

Reincidencias implican mayores penas

Cuando existe una reincidencia por parte de los delincuentes al momento de analizar las penas, el juzgado deberá tener en cuenta el concurso de hechos punibles. En dichos casos, por lo general, las sanciones pasan de las multas a privación de libertad.

Sobre los casos en que las personas aprehendidas por hechos bagatelarios son liberadas con rapidez, afirmó que el juez por lo general aplica medidas alternativas a la prisión. “Se genera esa sencación de que se le atrapó y enseguida le libraron, pero en realidad, está cumpliendo con el proceso, está imputado y debería estar controlado por la Policía (sic)”, refirió.

También recordó que para la aplicación de la prisión preventiva se tiene en cuenta un protocolo que habla de la proporción de lo que se hurtó y la pena a establecerse. “Se busca que de entrada no se dé prisión preventiva por bagatela”, puntualizó.

¿Cuánto cuesta reparar el acondicionador de aire?

Javier Jara, técnico especializado en reparación y mantenimiento de acondicionadores de aire, comentó que la reparación del equipo tras el robo de los caños de cobre puede costar alrededor de G. 200.000.

Para dicha reparación se necesita comprar el caño de cobre, cuyo valor por metro ronda entre los G. 70.000 a G. 80.000 mientras que la mano de obra ronda los G. 150.000 aproximadamente.

El largor del caño a ser utilizado y también la necesidad o no de otro tipo de servicio, derivado del robo de cables u otros elementos del acondicionador podría aumentar el precio de la reparación. Otros factores que inciden en el precio de la reparación es la marca del equipo y el BTU.

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