Varios de los 25 emblemas que operan en Paraguay alzaron desde ayer los precios del diésel común, los aditivados y las naftas. El argumento que esgrimen los empresarios es el alto costo del producto a nivel mundial por el repunte en la demanda por el reinicio de actividades dentro de lo que es la pandemia del COVID. Los reajustes son de entre G. 450 y G. 600 más por cada litro.
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“(La suba) es generalizada, creo que hay tres emblemas que todavía no subieron, entre ellos la estatal (Petropar). Tengo entendido que todas (van a subir). Está entre G. 500 y G. 600, según los comunicados que enviaron las distribuidoras, y cada uno subió en sus combustibles”, dijo Miguel Corrales, de la Asociación de Propietarios y Operarios de Estaciones de Servicios y Afines (Apesa), hoy en conversación con ABC Cardinal.
El empresario explicó que están esperando para ver “cómo reacciona Petropar” ante esta situación, ya que el emblema estatal aún no subió sus precios. Indicó que ese emblema es el que “marca la línea en mercado”, aunque consideró que “evidentemente van a subir también”.
¿Por qué suben los precios de los combustibles pero no bajan?
Corrales refirió que el hecho de que la gente critique más la suba de los precios que cuando bajan es una cuestión de percepción. Recordó que los emblemas bajaron los precios durante las restricciones de la pandemia el año pasado, porque había una sobreexistencia de combustible. Sin embargo, en esos meses la circulación -a diferencia de ahora- era mucho menor.
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“Los precios bajaron. Hoy tenemos una demanda y aumentan los precios internacionales. Al inicio de la pandemia bajaron los precios y todos felices; hoy se están ajustando los precios y la oferta y la demanda así lo requiere”, justificó.
Un tema “sensible”
“En estos días estuve leyendo que subió el pan, la harina, subió el gas, es general. Siempre nomás es más sensible el tema del combustible y afecta un poco más al bolsillo porque es cotidiano, pero también subieron otros productos de la canasta familiar en estos días”, opinó Corrales.
“Poco margen”
El empresario afirmó también que Apesa está “preocupada por la inflación que hay” y, según dijo, sus ganancias son escasas.
“Nos ponemos en el lugar de los consumidores, nosotros también somos consumidores dentro de todo, porque dependemos de los precios que ponen las distribuidoras, no son las estaciones de servicio las que ponen los precios, y esta inflación nos requiere inyectar más capital en el servicio (...) que ya venimos luego golpeados”, manifestó.
Corrales también señaló que están preocupados por la sostenibilidad de sus negocios con respecto a la competencia y a la pérdida de competitividad del sector, “porque nuestros márgenes son muy bajos y la inflación hace que todo suba, no solo el precio del combustible, sino también los insumos”.
“Los costos operativos de las estaciones de servicio hoy están muy ajustados y nosotros vivimos con los mismos márgenes hace 10 años, con un sueldo mínimo que está casi el doble de hace diez años”, finalizó el empresario, al tiempo de comentar que unas 2.500 pequeñas y medianas empresas, la mayoría familiares, están ligadas a las estaciones de servicio en nuestro país.