Saquean autos siniestrados cerca del Congreso ante la mirada de policías

Luego de los incidentes durante las protestas en inmediaciones del Congreso contra la ley que aumenta las penas a los invasores de propiedades quedaron al menos cuatro vehículos dañados por los incendios. El saqueo a estos automóviles continúa ante la atenta mirada de agentes de la Policía Nacional.

Agentes de GEO observan mientras un grupo de personas rapiña vehículos estacionados en los alrededores del Congreso Nacional.Arcenio Acuña, ABC Color
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Mientras los agentes policiales “custodian” la Plaza de las Armas, donde se encuentran los manifestantes, los cuatro vehículos que fueron incendiados en medio de los incidentes hoy siguen siendo rapiñados. Jóvenes, adolescentes y hasta niños ingresan a los rodados para tratar de sacar lo que sea que puedan vender.

Cables, autoradios y otros elementos que pueden ser comercializados como repuestos están siendo extraidos de los automóviles que fueron atacados entra la mañana y el mediodía de este miércoles. Todo eso sucede ante la atenta mirada de agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional.

Niños, adolescentes y adultos siguen rapiñando los autos cerca del Congreso.

Ya a estas horas reina la “calma” en las inmediaciones del Congreso Nacional, pero no se descartan que los manifestantes protagonicen más incidentes en la tarde, considerando que la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que endurece las penas contra los invasores de tierras.

Adultos, adolescentes y niños se sumaron a la rapiña de los autos vandalizados en las protestas contra la ley que aumenta las penas por la invasión de propiedades.

Con 49 votos, cartistas, abdistas, patriaqueridistas y liberales aprobaron la versión del Senado en cuanto a la modificación del artículo 142 del Código Penal. De esta manera, se establecería que “quien individualmente o en concierto con otras personas ingresara con violencia o clandestinidad a un inmueble ajeno será castigado con pena privativa de libertad de hasta seis años”.

Algunos de los delincuentes actúan cubriéndose el rostro pero la mayoría lo hace a cara desubierta.

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