El avión de Air Europa que transportó las urnas de la beata en el tramo Madrid-Asunción arribó al Silvio Pettirossi poco antes de las 05:00 de hoy, minutos antes de lo previsto, informaron Gladys Villalba y Rodolfo López, periodistas de ABC.
Las urnas, dos en total, pesan en total 250 kilos y habían sido llevadas a Italia para trabajos de restauración en 2018, el mismo año en que Chiquitunga fue beatificada en el estadio General Pablo Rojas del Club Cerro Porteño.
Lea más: Arriban al país las reliquias de Chiquitunga
“Este momento es histórico; llegan los restos de nuestra beata muy querida en Paraguay. Estamos aquí para celebrar. Ella es beata y esperemos que dentro de poco pueda llegar a ser santa. Difundamos el bien, el amor y la libertad de los hijos de Dios”, dijo poco antes de la llegada el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela.
Como parte de la comitiva que acompañó las reliquias estuvieron el padre general de la orden de los Carmelitas Descalzos, Miguel Márquez, y el padre Marco Chiesa, postulador de la causa de Chiquitunga. Además, en el avión estuvieron el embajador de Paraguay ante la República Italiana, Roberto “Melcha” Melgarejo, y el embajador de Paraguay ante la Santa Sede, Alfredo Ratti.
Lea más: Reliquias de Chiquitunga parten desde Roma hacia Asunción y llegarán el martes
A las 6:00 se llevó a cabo una celebración eucarística presidida por Monseñor Adalberto Martínez, obispo de Villarrica. Posteriormente se tiene prevista una caravana a fin de depositar las reliquias en urnas. Una de ellas quedará en el oratorio de las Carmelitas Descalzas de Asunción y la otra peregrinará por el territorio nacional.
De María Felicia a Chiquitunga
Nacida el 12 de enero de 1925, María Felicia Guggiari, quien adoptó el nombre religioso de María Felicia de Jesús Sacramentado, fue beatificada el 23 de junio del 2018. En aquel momento, la consagración se realizó con la presencia del cardenal Ángelo Amato.
Lea más: Unos 2.000 fieles podrán recibir las reliquias de Chiquitunga y el ingreso será por orden de llegada
El milagro que dio lugar a la Iglesia católica para que proclamara beata a Chiquitunga habría ocurrido en agosto de 2002, en el Hospital Regional de San Pedro, cuando Ángel, hijo de padres sordomudos, vino al mundo sin signos de vida. Fue cuando la obstetra Blanca Rosa Duarte elevó una oración a Chiquitunga y pidió por la reanimación del niño, que revivió, sin secuela alguna.