La jefa de Relaciones Públicas de la Caminera, Clara Alvarenga, expresó que desde la institución “ya no saben qué hacer” ante el aumento de los conductores alcoholizados en las rutas. Dijo que es de gran preocupación que al mes se incremente el número de personas que conducen bajos los efectos del alcohol. “Semana tras semana va aumentando de cien en cien la cantidad (de ebrios al volante)”, acotó.
La funcionaria expresó que con la eliminación de controles aleatorios de la Patrulla Caminera a los conductores que manejan en estado etílico “ya no habría prevención”.
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Según señaló, encontrar a los conductores alcoholizados en “flagrancia” no tendría razón de ser y que es fundamental insistir con las campañas de “tolerancia cero”.
Igualmente, manifestó que “hay una pandemia de alcoholizados”, y que apelar a la conciencia de la ciudadanía ya no es suficiente.
Por otra parte, dijo que le parece acertado bajar el nivel de tolerancia a la ingesta de bebidas alcohólicas para las faltas gravísimas. “Por ejemplo, a partir de 0.800 mg (de alcohol en la sangre), derivamos antecedentes al Ministerio Público. Y esa graduación es bastante elevada. Ya consumió ... si hablamos de latitas, un cajón o dos cajones (sic)”, refirió.
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No solo a la Patrulla Caminera preocupa la posible modificación que pretende hacer el Senado del artículo 2 de la Ley Nacional de Tránsito Nº 5.016 y la eventual eliminación de controles aleatorios de los conductores ebrios al volante.
También el director del Hospital de Trauma, Agustín Saldívar, se manifestó en el mismo sentido mientras que la Agencia Nacional de Tránsito, expresó su rechazo a la modificación en dicha normativa. Diego Morán, representante de la institución, expresó que impedir los “alcotest” en las barreras aleatorias sería dar “libre albedrío” a los conductores alcoholizados.
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