De 8 a 9 personas, entre ellas, un docente y un funcionario judicial del Palacio de Justicia de esta capital departamental se juntaron un sábado (18 de agosto del 2018) con el objetivo de ingresar a una reserva natural para matar animales silvestres. El docente, al igual que el funcionario judicial, deberían saber que asesinar animales está penado por ley.
Sin embargo, no consiguieron su propósito de matar a los animales silvestres. Recibieron un “castigo” porque asesinaron a dos compatriotas quienes están trabajando para proteger la biodiversidad y lo que es más grave aún, estaban trabajando para mantener a sus familias.
Los enjuiciados son los hermanos Robert, Braulio y Arnaldo Ramón Alcaraz González (este último docente), Hugo Andrés González Sosa (funcionario judicial en el momento de los hechos). Se encuentra prófugo Daniel González Britos. Aparentemente los cinco con algún grado de parentesco.
Llamativamente no están procesados Humberto Perdomo, Lorenzo González Sosa (hermano del principal sospechoso) y dos personas, cuya identidad se desconoce.
Esta causa tuvo varios fiscales, comenzando con Gladys Giménez, quien fue acusada de realizar un trabajo negligente. Fue designada Karina Escurra, quien fue apartada del caso a raíz que ella misma fue involucrada en un proceso donde fue acusada de usura, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. El fiscal Carlos Mercado también estuvo investigando la causa, pero también fue cuestionado por los familiares y amigos de los caídos y finalmente el caso está a cargo de Cesar Martínez de la ciudad de Caazapá.
Los hermanos Alcaraz González después de estar prófugos por más de un año y medio, delataron a Hugo Andrés González Sosa, buscando deslindar responsabilidad, pero si ellos se creían inocentes por qué estuvieron escondidos, nadie sabe porqué no se presentaron inmediatamente a la Justicia para contar lo que ocurrió.
Tanto Braulio, Robert como Arnaldo Ramón Alcaraz González, según testimonio brindado durante el juicio fueron participes del triste episodio donde fallecieron asesinados dos compatriotas trabajadores. Confirmaron que estuvieron en el lugar, que los guardabosques persiguieron a los cazadores furtivos y que Hugo Andrés González Sosa se parapetó a una orilla del arroyo Tajay para realizar dos tiros certeros contra los que custodian la reserva natural.
El sobreviviente del ataque, el guardaparque de Moisés Bertoni, Felipe Chávez, confirmó la historia contada por los enjuiciados, señalando que dos intrusos fueron los que recibieron el alto de los trabajadores, fue reconocido Robert Alcaraz, presuntamente el otro era Lorenzo González Sosa, hermano del autor de los disparos, quien llamativamente no está procesado. Al igual que Humberto Perdomo, un docente caazapeño y dos personas, cuya identidad no fue revelada, a una se le dice “Petaca” y serían de Toro Blanco.
Los jueces de sentencia son los magistrados Eugenio Fusler, presidente, miembros Carlos Antonio López y Mario Miranda. Los procesados cuentan con la defensa técnica de Lizza Fotina Troche y Adán Arávalos y la querella está asumida por el abogado Daniel Paiva.