Según explicó Balotta, el gas de uso doméstico incrementará su cotización en G. 600 por kilo, lo que implica una variación de G. 6.000 por garrafa de 10 kilos, mientras que el ajuste en el cilindro de 13 kilos será de G. 7.800 por envase.
Destacó que el producto de 10 kilos estaría llegando al público en alrededor de G. 90.000 por envase, mientras que el de 13 kilos ascendería a unos G. 120.000.
En tanto que el gas licuado de uso vehicular se remarcará en las estaciones de servicio en G. 300 por litro, por lo que la tarifa final sería de G. 3.800 por litro.
De acuerdo a los detalles brindados por el empresario, quien es directivo de Copesa Gas (Corporación Petrolera SA) el precio vigente del gas de uso doméstico ronda los G. 7.800 por kg (78.000 por garrafa de 10 kilos), mientras que el combustible líquido se cotizaba en G. 3.500 por litro (subirá a G. 3.800 por litro).
Causas del ajuste
Con relación a los motivos del incremento en los precios finales de estos combustibles, el titular de Capagas indicó que el mismo obedece al incremento registrado en la cotización en origen.
Refirió que aumentó el costo del gas natural por parte del proveedor boliviano. Agregó que ante esta situación, todos las empresas fraccionadoras nacionales estarían aplicando el reajuste. “Desde mañana (por hoy) se estaría reajustando por el problema que conocemos todos: el costo del petróleo”, remarcó.
Aumentos sucesivos
Este incremento que se concreta en la fecha sería el tercer reajuste que se implementa en los precios finales del gas doméstico y vehicular, en lo que va del año. En abril pasado aumentó en G. 600 por kilo (también G. 6.000 por garrafa de 10 kilos) mientras que el autogás subió en G. 300 por litro. El otro ajuste aplicado fue hace menos de dos meses, en julio pasado, ocasión en que registró una fuerte estampida, de G. 8.000 por garrafa de 10 kilos, mientras que el gas vehicular trepó esa vez en G. 400 por litro.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en la Encuesta Permanente de Hogares del primer trimestre 2021, refiere que 1.114.700 hogares utilizan el gas como combustible para la cocción de sus alimentos. Considerando que cada hogar estaría conformado por un promedio de cuatro integrantes, esta suba afectaría a más de 4 millones de personas.