Como viene ocurriendo desde hace unos tres meses, ayer, alrededor de las 07:30, un grupo de indígenas decidió colocarse en medio del asfalto, sobre la avenida Artigas de Asunción, frente a la sede del Indi.
Los manifestantes, alrededor de 60 personas, incluidos niños, adolescentes y adultos, extendieron incluso un cordel e instalaron una carpa en medio de la calle que constituye una de las principales vías para llegar al centro de la capital del país.
El líder del grupo, Samuel Rivarola, contó que son de la comunidad mbya guaraní del departamento de Caaguazú. Con el cierre de la calle exigían una reunión con autoridades del Indi para que escucharan sus reclamos.
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La principal exigencia era kits de víveres, chapas, colchones y frazadas para la comunidad, señaló Rivarola. Mientras los indígenas protestaban, agentes de la comisaría novena y los inspectores de Tránsito desviaron la circulación de vehículos en las esquinas de Artigas y la Costanera, y de Artigas y Perú. El desvío volvió lenta la circulación, pues tanto buses del transporte público como vehículos particulares que querían evitar la Costanera debían girar a la izquierda en General Santos y tomar la avenida España o alguna calle paralela a Artigas. Una tortura para quienes debían llegar a sus trabajos.
Alrededor de las 10:00 intervino el Ministerio Público. En una reunión con los manifestantes, funcionarios del Indi explicaron que los kits de víveres no dependen de esa institución, sino de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y prometieron gestionar la exigencia, según el fiscal Ángel Ramírez, cuyo asistente fiscal participó del encuentro.
Con la promesa, cerca del mediodía, se levantó el cierre de la avenida, pero los indígenas continúan acampando frente al Indi. Allí el panorama sigue siendo triste, con niños viviendo en condiciones precarias.
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En junio, este mismo grupo de indígenas liderado por Samuel Rivarola protestó frente al Indi durante días, clamando igualmente víveres y compra de tierras.