Pastora Concepción Céspedes, enfermera de Guerra, ya cuenta con certificado de nacimiento

SAN JUAN BAUTISTA. La enfermera y heroína de la guerra del Chaco (1932-1935), Pastora Concepción Céspedes ya tiene su acta de nacimiento, emitida por la Dirección General del Registro del Estado Civil. El certificado fue emitido el 23 de agosto de 2021.

La heroína de la Guerra del Chaco, Pastora Concepción Céspedes ya cuenta con certificado de nacimiento.Rafael Marcial Montiel
audima

En el certificado de nacimiento figura que Pastora Concepción Céspedes nació en Yabebyry, departamento de Misiones, el 8 de diciembre de 1901. La inscripción en el Registro del Estado Civil se realizó el 25 de junio de 2021, basada en una resolución judicial.

Una comitiva encabezada por el abogado Fulvio Bernardo Llano y la abogada Elsa Jara logró traer los restos de Pastora Céspedes y su hijo, cabo segundo Francisco Arsenio Céspedes, desde la localidad de General Díaz, Chaco paraguayo. Ambos ya están en su pueblo natal Yabebyry, departamento de Misiones.

Restos de Pastora Concepción Céspedes y de su hijo regresan a Yabebyry

El cabo segundo Céspedes falleció en marzo de 1933, en una batalla de Campo Jordán. Enterada su madre de la muerte de su hijo, ella fue a darle cristiana sepultura en el Fortín Núñez, hoy Gral. Díaz. Pero la madre juró no apartarse jamás de los restos de su hijo y levantó un rancho cerca de la sepultura, donde vivió hasta su muerte, un 10 de mayo de 1959 fue encontrada muerta abrazada a la cruz de su hijo.

Autoridades municipales y gestores de la historia paraguaya pidieron el traslado de los restos mortales tanto de la heroína como de su hijo. Los trámites realizó el abogado Fulvio Llano, acompañado de la historiadora Elsa Jara, quien escribió un libro sobre la vida y la trayectoria de Pastora Concepción Céspedes.

Tras homenaje, trasladarán restos de la heroína Pastora Céspedes y su hijo

El traslado de los restos de la enfermera de guerra y de su hijo a la ciudad natal, Yabebyry, se realizó el 17 de agosto último. Los gestores culturales consideran como un acto de justicia y de reparación histórica la inscripción en el Registro del Estado Civil de las personas así como el regreso de los restos a su pueblo natal.

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