Roa se encuentra este martes trasladando un cargamento de madera con destino a la Argentina. Impactado por la dificultad del tramo, decidió mostrar a la ciudadanía la manera en que las aguas del río Paraná están tan bajas que los bancos de arena se remueven conforme van avanzando.
Antes de cruzar el tramo considerado más difícil, “El Paso Dos Hermanas”, contó que frente a la gran embarcación debe ir una lancha en la cual los propios tripulantes van para realizar el balizamiento, es decir marcar los tramos por donde se puede pasar y así evitar los accidentes. “El Gobierno tendría que marcar todos estos lugares”, cuestionó.
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En ese sentido, destacó que varios de sus colegas, e incluso él, ya sufrieron accidentes debido a que no se han marcado los tramos complicados y con muchas piedras. Dijo que los navegantes están “huérfanos” y que ni los representantes de los Gobiernos paraguayo ni argentino realizan trabajos al menos de dragado para ayudar a facilitar la navegación.
Así también, el capitán Roa destacó que el Paraná es sumamente caudaloso y, a diferencia del Paraguay, tiene más piedras, por lo cual la navegación es muy difícil debido a la bajante. Contó que tienen 35 barcazas varadas en un puerto, debido a que no pueden navegar con el extremo descenso de las aguas.
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El río Paraná está sufriendo la bajante más crítica de los últimos 80 años, según comentan los lugareños. Aunque actualmente, en algunos puntos se ve un importante aumento gracias al caudal de la represa Yacyretá, todavía los niveles son muy bajos. En Ciudad del Este, por ejemplo, este martes creció 27 cm, con lo cual llegó a 5,29 m y en Salto del Guairá creció 8 cm. Sin embargo, en Coratei se vio una bajante de 53 cm, en Cerrito 40 cm y en Panchito López, 7 cm.
El río Paraná debe dragarse para que se puedan trasladar las cargas de la zafra 2022. El Ministerio de Obras ya adjudicó los trabajos el 12 de agosto, por un monto de G. 26.580 millones, pero se presentó una protesta que frenó el proceso.
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