Tras un año y medio, la totalidad de los docentes del sector público debe reincorporarse hoy al aula e impartir desde allí las clases presenciales y virtuales.
Circular mediante, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) informó a finales de julio a las diferentes supervisiones departamentales sobre la nueva disposición, que en teoría deberá ser acatada por los más de 80.000 educadores.
Sobre el punto, la viceministra de Educación, Alcira Sosa, en conversación con el programa “Noticias y Más” de ABC Cardinal AM, indicó que la presencialidad es obligatoria para los maestros. Remarcó que solamente podrán seguir enseñando desde sus casas aquellos que presenten algún justificativo, sea médico u otro, que demuestre algún tipo comprobado de impedimento. Para Sosa, las actividades presenciales resultan de gran importancia para los niños y jóvenes.
A su vez, Sosa resaltó que el regreso de los docentes en un 100 % se concreta tras la vuelta al aula de los alumnos del sector rural e indígena y de aquellos que cierran un ciclo. Esto se había dado entre el 2 y el 23 de agosto. Además, el MEC aguarda que desde hoy también se integren físicamente a las escuelas los demás grados, siempre y cuando se cumpla con el protocolo sanitario contra el covid-19, partiendo del desarrollo de clases por grupos burbuja, guardando el distanciamiento físico correspondiente y promoviendo el lavado de manos frecuente.
Padres, última palabra
La viceministra de Educación recordó que son los padres quienes eligen la modalidad de clase que tendrá el hijo, sea virtual o presencial. Los padres que decidan ahora que sus chicos tengan clases presenciales, deben primeramente firmar un acta de consentimiento en la institución educativa.
No obstante, Alcira Sosa agregó que la presencialidad del 100%, o sea, todos los días y sin burbuja, podrá darse en las clases donde la cantidad de estudiantes es mínima y el espacio del aula permita mantener el distanciamiento físico recomendado. Según la viceministra, el 2 de agosto más de 350.000 chicos retornaron a las aulas, a los que se sumaron otros 600.000 de los contextos rurales que culminan un ciclo. En cuanto a cargas horarias, Sosa acotó que se hicieron algunos ajustes.