Lluvias con tormentas eléctricas moderadas a fuertes, además de ráfagas de viento y ocasional caída de granizos, era lo anunciado por la Dirección Nacional de Meteorología e Hidrologías para el norte del Chaco y Chaco Central y pese a que llovió lo suficiente como para aplacar el polvo, aún se esperan más lluvias para reverdecer los campos.
Dieter Klassen, uno de los productores de la zona, mencionó que aún disponen de unas reservas de heno para el ganado pero que dichas reservas no aguantan más que un mes. “Es caro lo que estamos pagando por fardo, el precio normal suele ser G 120 mil pero si hay mucha escasez llegamos a pagar hasta G 350 mil por fardo de heno y a veces no incluye el flete”, precisó.
De extenderse la falta de lluvias, los ganaderos de la zona se ven forzados a vender sus animales al frigorífico ya que alimentarlos suma costos a la producción. Años anteriores muchos productores se vieron forzados a apelar a ese recurso ya que incluso no había de donde comprar el heno.
La sequía se prolonga y la compra de agua para consumo doméstico ya es algo común a esta altura del año, pero se espera que en las próximas semanas el pronóstico sea favorable y la situación hídrica sea más auspiciosa.