Las bocas de fuego se encargaron de destruir todo lo que encontraban a su paso en un radio de 10 kilómetros dentro de nuestro territorio. Por de pronto, gracias a la labor de los voluntarios, aparentemente se están apagando, según versión de los productores de Agua Dulce.
Sin embargo, si la velocidad del viento norte aumenta, las llamas podrían reactivarse, por lo que los bomberos están para responder ante cualquier situación, informaron.
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Un avión hidrante al servicio de la SEN, desde tempranas horas de este lunes, está recargando agua en el establecimiento denominado La Conquista, para combatir los focos de fuego.
Según el presidente de la Asociación de Productores de Agua Dulce, Celso Muxfeldt, a las 9:00 de este lunes el fuego se reactivó en territorio boliviano a unos 40 km. “Se espera que los vientos de norte no sean tan intensos, para que nos den tiempo hasta la tarde del martes, cuando se anuncia cambio de su dirección, que duraría unos 5 días”, refirió.
“Si esto se confirma y además se producen algunas lloviznas, creemos que podremos apagar el fuego en su totalidad”, sostuvo el productor.
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El operativo de combate de las bocas de fuego se denomina “La bestia 21″. Esto, según explicaron, es “por la intensidad máxima que abarcó el incendio forestal y las grandes cortinas de humo, que representan un cuadro apocalíptico, de allí el nombre de ‘bestia’ y 21 por el año en que estamos”.
En la base aérea Nº 7, asentada en la exestancia “El Tigre”, donde funcionaba una estructura narco, se encuentran desde el sábado un promedio de 60 personas entre bomberos voluntarios, militares y personal de la SEN.
Otro grupo de voluntarios también está asentado en la base Nº 5 Adrián Jara, en la misma frontera con Bolivia.
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En el 2019, los grandes incendios forestales que azotaron esta misma zona, tras el ingreso del fuego desde Bolivia, destruyeron más de 350.000 hectáreas, entre ellas varias fracciones de bosques pertenecientes a reservas naturales.
La esperanza es que el martes comience a cambiar la dirección del viento y se produzcan algunas precipitaciones en el lugar para apagar estos incendios forestales que apeligran a los parques naturales de la zona y, por ende, a la flora y la rica fauna.