A través de sus redes sociales y con un extenso comunicado, la Policía intentó justificar la gran cantidad de dinero que gasta en materia de combustible, considerando la denuncia realizada por el Consejo de Seguridad y Participación Ciudadana.
Los uniformados negaron que las recargas realizadas por los denunciantes hayan sido hechas a motocicletas y afirmaron que fueron para autobuses y camiones que tienen muy altos niveles de consumo. Por ejemplo, mencionan un ómnibus de la marca Hyundai cuyo consumo supuestamente es de 45 litros por cada 100 km. “Sus funciones habituales consisten en cubrir los itinerarios entre Asunción y el norte del país”, refirieron.
De la misma manera, también negaron que otra de las recargas realizadas, esta vez el 22 de abril, haya sido a un biciclo y dijeron que se trató de un camión Ford, “cuyo consumo es de 30 litros por cada 100 km”. Este móvil cubre itinerarios entre Asunción, Caaguazú y Canindeyú.
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Así también, rechazaron que la otra recarga a la cual se hace referencia haya sido a una motocicleta y dijeron que fue a otro ómnibus de la marca Hyundai, “cuyo consumo es de 45 litros por cada 100 km”.
Señalaron que el supuesto cambio de diésel por nafta no es atribución de la Policía sino de la base de datos administrada por Petropar, que no permite cualquier modificación o manipulación del tipo de combustible asignado en cada tarjeta.
En lo que respecta a la motocicleta asignada a la Vicepresidencia, afirmaron que es de la marca Honda 750 y su asignación mensual es de G. 2.000.000, totalizando G. 24 millones al año. Negaron que haya recibido nafta por casi G. 50 millones en un año. “Monto que no se halla registrado en el sistema de Petopar y tampoco el Sr. Luna recibió dicha información de la Policía Nacional”, aseguraron sobre lo puntualizado por el representante de dicha asociación civil, César Luna Baum.
Resaltan, en ese sentido, que la Policía tiene 626 motos Leopard y cada una recibe la suma de G. 300.000 al mes. “Ninguna de esas motocicletas recibió una asignación para carga y descarga de G. 868 millones como fue publicado”, consideraron.
Finalmente, afirmaron que ya se ordenó un sumario a la Dirección de Asuntos Internos en noviembre del año pasado, pero “aún se encuentra en etapa investigativa”.
El nuevo caso de corrupción fue detectado a partir de un pedido de informe hecho el 10 de octubre de 2020 por el ciudadano César Augusto Luna Baum, en el Portal Unificado de Información Pública, en su carácter de presidente de la asociación civil denominada Consejo de Seguridad y Participación Ciudadana. Sin embargo, fue dado a conocer públicamente ayer ante la falta de respuestas a la denuncia.
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Burla ciudadana
Lejos de echar luz tras las denuncias, el comunicado generó numerosas dudas teniendo en cuenta el supuesto alto nivel de consumo de combustibles de los vehículos mencionados por la Policía. La ciudadanía “bombardeó” con burlas relacionadas al tema.
“Yo iba a comprar esa clase de vehículo pero ahora que veo cuánto es su consumo, prefiero comprar primero una estación de servicio”, mencionó por ejemplo Alexander Castillo.
“¿No era que el ómnibus Hyundai era el más económico en el sentido del consumo? Porque de 28 a 30 que es el consumo promedio a 45 que hacen figurar parece algo exagerado”, añadió por su parte Diego Ávalos.
“¿Ese ómnibus tiene función aeronave?”, consulta por su parte Diego Lovera, mientras que Fernando Inciarte afirma que un camión con una carga de hasta 23.500 kilos consume entre 30 y 40 litros de gasoil por cada 100 kilómetros. “¿Cuál será el camión que utilizan? De cualquier punto de vista sus presupuestos están súper inflados. Ni el Mack, que es uno de los que más consumen, gasta esa cantidad, encima cargado”, enfatizó.