Directivos de la empresa, que funcionaba dentro del establecimiento de la estancia Americana, afirman que desde hace tiempo vienen teniendo dificultades para producir, asegurando que parte del establecimiento fue invadido por indígenas.
Señalan en su denuncia que al principio los nativos solo se ubicaban al costado de la ruta, y eventualmente fueron posesionándose en otros sectores del establecimiento, invadiendo zonas boscosas de donde se extraía la yerba mate, supuestamente para poder sacar rollos y postes de esos lugares.
Con el cierre de la fábrica, 60 trabajadores directos y 40 indirectos perderían sus empleos.
Según denuncia los directivos de la yerbatera, algunos funcionarios de la empresa fueron amenazados de muerte y temen ingresar al monte.
La estancia Americana mantiene un prolongado conflicto con dirigentes indígenas por una extensión de tierras donde los nativos supuestamente extorsionan para permitir la siembra y cosecha de soja.
El líder nativo Derlis López cuenta con orden de captura por, supuestamente, haber exigido importantes sumas de dinero para dejar que un productor pueda cosechar.
A la par de esa situación, los encargados de la estancia también denuncian el hurto de animales vacunos a un ritmo de tres a cuatro por semana, según el administrador del establecimiento, Leandro Camargo.