Si cotejamos los números correspondientes a julio último con el mismo mes del año pasado, veremos que el repunte fue igualmente leve: 3,4%, en tanto que con relación a junio del ejercicio en curso, la variación rondó el 2,9%.
Si la comparación se enfoca sobre la energía eléctrica que consumió el Sistema Interconectado (SI) en los primeros trimestres de ambos ejercicios, concluiremos que el de 2020 fue superior en un 4,4%, (5.368.020 contra 5.131.018 MWh).
Si el cotejo se realiza entre las cifras que representan a marzo de los dos años, veremos que en 2020, pese a que en este mes la cuarentena antipandemia arreció con su mayor fuerza, la demanda de 2020 fue superior en 1,24%.
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Leve repunte desde abril
Recién en abril del actual ejercicio , el repunte de la tasa de demanda se hace notar, con un 14,8% superior al mismo mes de 2020. La curva representativa de la demanda de MWh, se tuerce hacía arriba en abril y se mantiene hasta julio, con marcadas oscilaciones, como la registrada en junio, con solo 3,3% de aumento.
En lo concerniente a la exportación de la energía de la hidroeléctrica nacional Acaray, exclusivamente, la tasa de 2021 aumentó 2,3% con relación al año anterior. Sin embargo, no debe perderse de vista que la cantidad que vendió la ANDE al sistema argentino en estos siete primeros meses del año representa apenas el 0,8% del total que consumió el SI, o sea la demanda interna más la exportación.
Apuntemos también que mientras el Paraguay sigue aferrado, con uñas y dientes a la interpretación que la energía de las binacionales no puede venderse a un tercer país, Argentina hace ocaso omiso a esa creencia y exportó al Brasil, en medio de la servera crisis de sequía que afecta a la región, cantidades considerablemente mayores y con tarifas que rondaron los US$ 200/MWh.
Paraguay se resigna a ceder
Nuestro país, en lo atinente a su excedente en Itaipú y Yacycretá se resigna con cederla a nuestros socios Brasil y Argentina, a valor, pretendidamente de compensación, que están por debajo de los US$ 10/MWh, que en el caso argentino no paga hace un año, con saldos deudores que hunden sus raíces en el 2019, inclusive.
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